Irapuato, Gto.- Las sirenas de las ambulancias de Cruz Roja se encendieron y a la par el llanto de familias, amigos, compañeros y conocidos del paramédico Francisco Álvarez Goméz, cuyo nombre se escuchó tres veces en el último pase de lista.
‘Paquito’ solían llamar al joven que cursaba quinto semestre de su carrera de medicina, quien la tarde del jueves falleció, luego de permanecer nueve días en la clínica del IMSS, tras un accidente vial que se registró el pasado 4 de mayo en el bulevar Solidaridad.
Ese día Paco regresaba de su trabajo en León y se dirigía a casa, a bordo del vehículo que apenas había adquirido un par de meses atrás.
De acuerdo con sus familiares, Paco ingresó a los 13 años de edad a Cruz Roja Niños, posteriormente estuvo en Cruz Roja Juventud y su amor por el servicio y a la institución, donde se capacitó, lo llevó a formar parte del voluntariado.
Concluyó una carrera técnica en enfermería y hasta antes del accidente, además de continuar con su carrera de medicina general en una universidad de Irapuato, se empleaba en el área médica de una empresa del corredor industrial. Los tiempos libres, los siguió dedicando a Cruz Roja
El homenaje
Minutos antes de las once de la mañana, escoltado por las ambulancias de Cruz Roja y elementos de Tránsito Municipal arribó el cuerpo de Paco a la delegación de Cruz Roja Irapuato. Ahí había familiares, amigos, compañeros y además del personal de Cruz Roja de Irapuato y Abasolo, también asistieron trabajadores de Protección Civil, el Servicio de Urgencias del Estado de Guanajuato (SUEG), elementos de Tránsito y Policía Municipal.
Sobre el féretro se colocaron dos petos de Cruz Roja. A un costado, en un caballete había tres fotografías de Paco.
El coordinador de Paramédicos de Cruz Roja, Fernando Rico recordó a Paquito como un elemento entusiasta, bromista pero también disciplinado, a quien conoció desde que era un niño.
“Naciste y Dios te bendijo con el don del voluntariado, con ese don de ayudar a los demás sin esperar nada a cambio, con ese don de venir a regalar tu sueño, tu tiempo para ayudar a alguien que ni siquiera conocías. Estudiante, te preparaste, te prepararon en capacitación en Juventud, desarrollaste tu vocación y fue tanta que seguiste adelante y nos pusiste el ejemplo porque estabas a nada de ser un médico. Nos quedamos con ese ejemplo, esos recuerdos, eres un símbolo de esta delegación”
“Tengo tantas cosas que quisiera decirte hijo, pero no puedo. Buen viaje. Ahora sabes que lo que hiciste aquí, lo que tú ayudaste aquí en el cielo lo disfrutarás. Cruz Roja llora tu partida” concluyó.
Otro de sus compañeros también despidió a Paco, y agradeció a sus padres el formar a un gran ser humano.
Los paramédicos y elementos de otras corporaciones montaron guardias de honor y al concluir el pase de lista, sus amigos lo despidieron con aplausos mientras abrían camino al féretro que fue colocado al interior de la ambulancia 217, en la que se trasladó el cuerpo al panteón Guadalupano.
