León,Gto. En promedio 7 de cada 10 muertes por COVID-19 en México son de personas con nivel escolar básico, básico trunco o preescolar, y 8 de cada 10 son empleados, amas de casa, trabajadores de oficios y sector público, es decir clase obrera, esto de acuerdo con estudio realizado en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El estudio “Mortalidad por COVID-19 en México” es desarrollado por el investigador del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias, Héctor Hiram Hernández Bringas, quien publicó las “Notas preliminares para un perfil sociodemográfico” de esta investigación.
“Los datos apuntan la existencia de una importante selectividad de la mortalidad por algunas condiciones demográficas y socioeconómicas.”, sentencia en su documento, antes de entrar en materia.
El investigador aborda cinco condiciones de las víctimas: grupo demográfico, ubicación geográfica, escolaridad, ocupación y derechohabiencia.
Salta a la vista de inmediato que hay un perfil específico con mayor riesgo de muerte ante la COVID-19: hombre, con educación básica o menor, desempleado, sin derechohabiencia o sólo acceso a servicio de salud público.
Foto: Archivo. El estudio refiere que de acuerdo con el Sistema Epidemiológico y Estadístico de Defunciones (SEED) de la Secretaría de Salud Federal, el 71 por ciento de los muertos por COVID-19 “tienen una escolaridad de primaria o inferior (primaria incompleta, preescolar o sin escolaridad)”.
“Si bien la Encuesta Intercensal (inegi, 2015) reporta un porcentaje similar para la población con escolaridad máxima de primaria, la estructura por edad de las personas muertas por COVID-19, es muy diferente a la de la población nacional. Es por ello que puede asumirse una selectividad del padecimiento por nivel de escolaridad.”, explica.
En cuanto a la ocupación de las personas fallecidas por el virus, ésta parece tener relación directa con el grado de estudios pues refiere que, casi el 84 por ciento de los decesos se concentran en ocho categorías :
Amas de casa (28%), no ocupado, jubilado o pensionado (12%), empleado público (11.7%), Conductor y ayudante de maquinaria móvil (8.5%), ocupaciones no especificadas (6.3%), profesionales (6%) y no ocupados (5%), en total 83.8%.
Y destaca que más de la mitad de las defunciones ocurrieron en unidades de salud para la población abierta, es decir de la Secretaría de Salud, tanto federales como estatales, lo que está ligado a la carencia de un sistema de seguridad social del paciente. “Evidentemente, se trata de población con grandes carencias”, concluye.
También estima que el 70 por ciento de las personas fallecidas por COVID-19 son hombres, aunque la relación cambia por rango de edad. Hasta antes de los 19 años el riesgo es mayor para las mujeres y después de los 70 la diferencia se acorta entre hombres y mujeres.
Agrega que la gran mayoría de las defunciones han ocurrido en el centro del país, predominantemente la Ciudad de México y el Estado de México, Guanajuato no figura entre los estados con alto índice de mortalidad por COVID-19.
Las notas refieren información recabada hasta el pasado 27 de mayo, desde entonces las cifras han cambiado mucho en cuanto a COVID-19 se refiere, sin embargo a criterio del investigador, ya marcaban una tendencia hacia quiénes serían los más afectados por esta pandemia.
“Aun cuando los resultados presentados son de carácter preliminar, apuntan ya una tendencia, en términos del perfil demográfico y social de los mexicanos que sufren y habrán de sufrir la consecuencia extrema de este padecimiento.”, señala.
