Guanajuato, Gto. En promedio, la Red de Acompañamiento de Aborto en León recibió al menos 30 solicitudes de mujeres para ser asistidas en la interrupción de su embarazo, por lo que serían más de 360 mujeres —en su mayoría de León, Guanajuato—, quienes lo solicitaron en 2022.

De las peticiones que reciben, son ‘poquito menos’ de 20 los acompañamientos que al final asisten, informó María Alcántara, integrante y acompañante, advirtiendo que no hay una estadística certera de abortos en el estado de Guanajuato, pues estos números son sólo los que recibe la red leonesa: hay otras acompañantes, médicos y centros de salud que también ayudan a interrumpir embarazos.
“Son las que tenemos alcance, pero pensar en ‘estadísticas de aborto’ no existen: y no existen porque es una práctica que sucede en la clandestinidad. Entonces no podemos tener información certera de cómo se dan”, explicó.
No hay un perfil específico: la mayoría de las mujeres que se acercan a la red, tienen más de 20 y menos de 30 años; algunas de las mujeres que ella misma ha acompañado, ya tiene una familia.

Además, provienen de diversos estratos socioeconómicos: hay mujeres que no pueden costear los medicamentos, ni los ultrasonidos y otras que pueden asumir los gastos y posterior al aborto, donan los sobrantes de sus pastillas.
“La verdad es que los embarazos no deseados son algo que nos puede pasar a cualquier mujer, de cualquier espacio socioeconómico y de cualquier ideología social”, concluye María.
Por otro lado la activista reconoció que el problema más grande que enfrenta la Red de Acompañantes, es la desinformación en torno al procedimiento de las interrupciones. Algunos de estas afirmaciones en el imaginario colectivo de la gente, estigmatizan y revicticmizan a quienes deciden no continuar su embarazo.

Aquí la respuesta a algunos de los muchos mitos o estigmas frecuentes sobre el acompañamiento, o los abortos:
1.-Mito: Todos los embarazos no deseados se pueden prevenir con anticonceptivos. Respuesta: No hay ningún método anticonceptivo 100% infalible. Este, señaló, es un discurso revictimizante e ignorante, pues es culpar a mujeres que sí previeron un método anticonceptivo. “Afirmar que las mujeres con un embarazo no deseado “no se cuidaron”, es desconocer que aún con protección —condón, pastillas, parches o una mezcla de todos estos anticonceptivos— los embarazos suceden. (…) Hemos hecho procedimientos de mujeres que tienen un DIU”, afirmó. Hablar de la “esterilización” o el ligamiento de las trompas como voluntad de aquellas que deciden no tener hijos de manera definitiva, también es falso, pues a muchas mujeres se les infantiliza, negándoles este procedimiento si aún no han tenido hijos, o si no tienen la aprobación de su esposo.
2.-Mito o estigma: El producto de un aborto, tiene un ‘cuerpo’. Respuesta: Un aborto, durante las primeras semanas, luce como un coágulo. María explicó que los acompañamientos que realizan en la Red, se hacen después de la semana 7 de gestación, porque antes es muy poco probable que sea efectivo. “Entre la semana 7 y la semana 11 el producto es un coágulo y todo lo que expulsan, es parecido a coágulos de la menstruación, pero obviamente más grandes: yo diría que es un cuarto del tamaño de tu palma”, explicó.
3.-El procedimiento no debería garantizarse por el Estado, si se trató de una “irresponsabilidad”. Respuesta: No hay condicionantes al acceso a la salud. Señaló que esta acusación se hace desde un juicio moral. “En esa premisa, las quimioterapias para las personas que fumaron toda su vida, tampoco deberían ser gratuitas, o los trasplantes de hígado a las personas alcohólicas. El derecho a la salud es una garantía individual y en la Carta de Derechos Humanos internacional”.