Irapuato, Gto. Para la activista y representante de la asociación, Edificando Destinos, Adriana Arroyo, la alerta de género no es sinónimo de que no se atiende la violencia contra las mujeres, sino que traería cambios significativos.
Por otra parte, sostuvo que en Guanajuato faltan refugios para mujeres víctimas de violencia, que garanticen su seguridad y que brinden atención profesional para abordar su situación.
Asimismo se mostró a favor de implementar políticas públicas, pues aseguró que aunque el Estado no ha sido omiso, tampoco hay garantías en la atención a víctimas.
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“Ese tema nos ha llegado a las mesas miles de veces, y siempre, desafortunadamente, se piensa que una alerta de género es como aceptar o decir, no estoy atendiendo el problema medular, entonces no me voy a arriesgar a sacar que no lo he atendido por lo tanto, una alerta de género aquí no va. Sin embargo si entendiéramos que es algo para decir, oye está pasando un problema, atiéndelo y de verdad que será un cambio sustancial” dijo.
Arroyo Florentino refirió que por experiencia, la violencia familiar es el centro de todos los problema sociales que se enfrentan; y de no atenderla a tiempo y de manera integral, sería como arrancar una planta, sin sacarla de raíz.
” ¿qué estamos haciendo? si nada más estamos arrancando la plantita y dejamos la raíz, naturalmente este problema nunca va acabar, porque lo estamos podando pero siguen saliendo más ramitas y nuevas situaciones de problemas sociales” cuestionó.
La activista señaló que tal y como se ha planteado por activistas de otras asociaciones, la alerta de género abriría la posibilidad de gestionar recursos destinados a este tema.
En relación a los refugios para las víctimas de violencia, Adriana Florentino confirmó que no hay espacios para garantizar la seguridad de estas mujeres, y en su momento cuando atendía estas situaciones, se recurría al apoyo de otras entidades, donde también había problemas.
“Definitivamente sí hacen falta muchos más espacios, pero no se trata nada más de abrir una casa y meter mujeres, sino que tener una infraestructura que realmente garantice la seguridad de las mujeres y también una especialización o una profesionalización para que se pueda trabajar correctamente con las mujeres”, indicó.
Adriana Arroyo preció que mantener el resguardo de mujeres por dos o tres meses en espacios donde solo se les brinde alimentación y no haya un verdadero cambio cultural y mental, no es útil.
Aunado a ello, expuso que lo ideal es que cada municipio cuente con un refugio para mujeres receptoras de violencia, desde donde iniciaría la garantía de una buena atención a las víctimas.
“¿Por qué? Porque en su momento lo que nosotros hacíamos cuando había una mujer de alto riesgo dentro de nuestro municipio, de nuestro estado, que era de un perfil agresor muy peligroso, o que estábamos hablando de políticos, las canalizábamos a otros estados para garantizar su seguridad y en este caso sería ideal” , explicó.
Por último, la activista agregó que faltan políticas públicas a favor de combatir la violencia contra las mujeres y garantizar su atención integral.