Irapuato, Gto. Sin una autoridad como respaldo, con recursos propios, miedo, pero también la esperanza de encontrar algún hallazgo que los lleve a conocer el paradero de sus familiares, integrantes del colectivo ‘Una Luz en mi Camino’ realizaron su primera búsqueda independiente, en campo abierto en la comunidad Rancho Nuevo de Yóstiro.
En lo que va del 2020, la zona cerril de ese sitio, que se comunica con el poblado Venado de Yóstiro, ha sido visitada por peritos supuestamente en tres ocasiones, por el hallazgo de una fosa clandestina; cuerpos que aparentemente fueron colgados en los árboles, y otros encontrados a un costado del camino.
Prendas de vestir, calzado, y casquillos de escopeta fue el resultado de más de cuatro horas de caminata.
La búsqueda
La mañana de este domingo, en la comunidad Rancho Nuevo de Yóstiro, las miradas de los habitantes que caminaban por las calles se dirigían a una caravana de vehículos ligeros que se adentraban la zona serrana del lugar.
Cerca de 30 personas, aparcaron sobre un camino, en cuyo alrededor solo había maleza, ahí colocaron un toldo y sillas para descansar y preparar alimentos.
Sin embargo, no se trataba de un día de campo, por lo que enseguida, se dividieron en cuatro grupos de seis y siete personas, prepararon su kit: banderines rojos y amarillos, guantes de látex, bolsas de plástico, palas, picos y varillas.
Tras distribuirse las zonas, emprendieron la búsqueda.
Cinta decolorada demarcaba la zona, donde se presumía fueron encontrados los restos humanos. Uno se distinguía al tratarse de un socavón ahora cubierto con basura, y partes de un vehículo.
Buscaron entre la maleza, en los montículos de tierra, de basura; desenterraban huesos, que concluían eran de animales, y nuevamente continuaban sus recorridos.
Hubo grupos que subieron al cerro, donde el camino era pesado, pero no importaba, ni las caídas, ni las picaduras de insectos, ni las espinas; tenían una misión.
De los cuatro grupos de búsqueda, uno se extendió hasta la comunidad y lo encabezó la representante del colectivo, Norma Patricia Barrón, quién desde hace un año y dos meses, busca a su hijo Kevin Damián Martínez y a su esposo, Juan Rodríguez.
“Venimos con la finalidad de hacer una búsqueda en campo abierto, porque obviamente para poder entrar a una propiedad privada necesitamos una orden de cateo, en campo abierto, tenemos conocimiento de que en estas áreas se han encontrado algunos cuerpos, venimos a verificar si dentro de éstas hay más cuerpos, toda vez que tenemos señalado por algunos vecinos de la comunidad de Rancho Nuevo de Yóstiro y de Venado de Yóstiro”.
Relató que excavaron algunas áreas, pero no encontraron restos humanos.
“Lo que encontramos fueron prendas enterradas, estuvimos socavando con pala y pico, sin embargo, no hemos encontrado huesos, ni restos humanos, simplemente dentro de hierbas, pantalones”.
Acudieron a la zona de Rancho Nuevo de Yóstiro, pues destalló que vía extrajudicial, el secuestrador de su hijo y esposo, les hizo saber que fueran a buscarlo a ese punto, donde los medios locales, también han dado cuenta del hallazgo.
“Al parece hay tres hallazgos dentro de esta zona. De diciembre del año pasado a la fecha, ha habido, tres hallazgos, sin embargo, la autoridad no nos determina bien cuántos cuerpos, unos dicen diez, otros siete, las cifras varían; no nos han pasado el expediente a pesar de solicitarlo que nos puedan dejar ver la carpeta de investigación, más que nada de esos hallazgos sobre todo aquí en Venado de Yóstiro, la autoridad está muy cerrada, dice que son investigaciones sigilosas”.
La madre y esposa de los desaparecidos, no quiere interferir en la investigación, solo saber si hay un indicio.
Norma señaló que han tomado la decisión de salir a buscar, pese a los riesgos que corren.
“Sabemos que se corren ciertos riesgos, pero como venimos todos acompañados y venimos de manera pacífica solamente estamos buscando a nuestros desaparecidos para no estar en la angustia en la casa, sin hacer nada, esperando que la autoridad decida si viene o no viene, nosotros vamos ir adelantando, el objeto es que, si nosotros encontráramos alguna evidencia, el rastro de un cuerpo pues de manera inmediata hablarle a la Fiscalía y a la Comisión Estatal de Búsqueda”.
El colectivo de reciente creación empezó con seis familias y ahora suma 25, sus integrantes señalan que la Comisión Estatal de Búsqueda comienza y que su recurso apenas está por liberarse en la tercera semana de septiembre.
“Tenemos que estar en una lista de espera, no nada más estamos nosotros, somos varios, por eso queremos ir adelantado, pero es para agilizar, el tiempo es lo que más nos afecta”.
Tal y como se había informado a Zona Franca hay otros sitios, donde pretenden buscar, de Irapuato la comunidad de Valencianita.
“Hay miedo, no sabemos que nos vamos a encontrar arriba en el cerro, no sabemos que tipo de personas hay, pero también hay más miedo a no haber de nuestros familiares, hay angustia y desesperación”.
Junto a Kevin y Juan, quienes fueron privados de su libertad el primero de junio del 2019, también los sujetos se llevaron a Damián de Jesús Almanza, cuya esposa es integrante del colectivo y también participó en la búsqueda.
También acudió la familia de J. Carmen Castañeda Cardozo, desparecido el 12 de mayo en Irapuato.
De Cortazar se unieron a la búsqueda familiares de Braulio Darío Ibarra, chófer del servicio ejecutivo de Uber que desapareció el 2 de julio del 2019 cuando se regresaba al estado de Guanajuato, después de hacer un servicio Jalisco.
La última llamada que recibió su novia fue para avisarle que se averió la llanta de su vehículo a la altura de Yahualica, Jalisco, de donde desapareció, al igual que los dos pasajeros que trasladaba.
Su mamá acudió a interponer la denuncia a la Fiscalía Regional de Celaya, cuyo personal una semana y media después le comunicó que no procedería, pues la no localización ocurrió en Jalisco.
Al concluir la búsqueda en el sitio, las familias hicieron un breve recorrido por la comunidad Venado de Yóstiro, donde al igual que Rancho Nuevo de Yóstiro, los habitantes se mostraron herméticos, por lo que concluyó la misión.
La intensión de las familias de los desaparecidos, era para aproximarse a una finca, donde a finales del 2019 se registró un enfrentamiento con la Guardia Nacional en el que murió un elemento y siete civiles. Ahí se decomisó armas, droga y se liberó a personas que estaban supuestamente secuestradas.
No obstante, a principio de enero, trascendió hallazgo de cuatro cuerpos enterrados dentro del inmueble.
