Guanajuato. El coordinador de Tejiendo Redes Infancia en América Latina, Juan Martín Pérez, advirtió sobre el preocupante vínculo entre la pobreza, la violencia sexual y las uniones tempranas en México.
Según los datos analizados, estas problemáticas afectan especialmente a municipios con altos niveles de pobreza y a comunidades indígenas o conurbadas.
“El problema no eran los matrimonios infantiles, sino las uniones tempranas”, señaló Pérez, destacando que aunque México prohibió legalmente el matrimonio infantil, esto “no cambia el problema de origen que sigue vigente”.
Muchas niñas y adolescentes entran en relaciones de concubinato con hombres mayores, lo que las deja en situaciones de vulnerabilidad.
Otro dato alarmante es el porcentaje de adolescentes que son madres a temprana edad.
“Más o menos entre el 6 y el 8 por ciento de las adolescentes entre 15 y 17 años, según la entidad federativa, están reportando tener un hijo nacido vivo”, explicó Pérez.
Además, la investigación muestra que una adolescente embarazada suele tener otro hijo en los siguientes dos años, lo que la condena a “una vida de precariedad y de pobreza”.
El experto también resaltó que Guanajuato ha sido reportado en los últimos años como el estado con mayor número de casos de corrupción de menores.
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En este contexto de violencia generalizada, indicó que “las niñas y las mujeres jóvenes se convierten en trofeos de guerra”, ya sea para grupos del crimen organizado o para fuerzas militares.
La impunidad y el debilitamiento de las instituciones de protección agravan la crisis, permitiendo que estas violencias se perpetúen.
Según Pérez, “todos estos hechos de violencia quedan impunes y eso alimenta que se sigan repitiendo los actos de violencia contra niños, niñas y adolescentes”.
