Irapuato, Gto. Luego de la disposición federal que prohíbe a migrantes ilegales movilizarse por el país mediante el uso transporte terrestre, la activista y fundadora de la Casa del Migrante, María Eugenia Torres de Leal, dijo que se trata de una cacería de migrantes, que lo único que hace es exponerlos, pues han retomado viajar en tren, percibiendo en ello, una manera segura de llegar a su destino.
“Ya no van en autobús, ahora se están arriesgando con los niños en brazos, se están arriesgando con niños chiquititos en el tren, porque ahora el tren volvió a hacerse la manera más segura de ellos, para poderse transportar, ya no va a ser por autobús, los van a bajar”
“Además por esta misma disposición federal están avisados, los mismos chóferes de los autobuses de reportar al momento que vean o que sospechen que va un migrante, ellos tienen que reportarlos, entonces no sé si a eso podríamos llamarlo cacería de migrantes; entonces todos se están yendo por tres, están volviendo en tren” dijo.
Refirió que por lo menos el 30 o 40 por ciento de los 400 migrantes que en promedio llegaban antes a la Casa del Migrante, usaban el transporte terrestre para movilizarse de forma segura.
“Tenían medios económicos porque las familias les depositan desde su casa, o sea desde su país les hacían depósitos y algunos, que vienen solos con mejor situación económica, podían viajar más seguros en camión”
Y es que mencionó que hace nueve años cuando inició la Casa del Migrante se priorizaba a las familias, sobre todo aquellos migrantes que viajaban con niños, para apoyarles con las líneas de transporte y acercarlos a la frontera, lo que ahora cambio.
“Me daba a la tarea que, con familia, niños pequeños o niños muy jóvenes nos pudieran apoyar ciertos transportes, entonces si me di a la tarea de buscar, por ejemplo, Flecha Amarilla, transportes que viajan hacia el norte y platiqué con algunos de los ejecutivos y quedamos que siendo yo la que los representaba, nos podrían dar mejor precio, yo conseguía al 30 o al 50 por ciento, los mejores precios y me apoyaban empresarios de aquí para que ellos pudieran viajar seguros, yo empecé llevándolos a la misma central, hoy te puedo decir que eso cambio rotundamente”
“Nosotros les ayudábamos a conseguir formas para que hicieran menos tiempo a la frontera, pero esto ya no es posible, esto ya no existe” precisó.
Pagan sobreprecio de boletos para viajar en autobús.
De acuerdo con los propios centroamericanos, empleados de algunas líneas de transporte terrestre han sacado provecho de esta nueva disposición federal que les prohíbe viajar en autobús.
Y es que además de pagar su boleto, dan un extra para que los empleados se los vendan. Es el caso de la línea de autobuses “TLA Titanium” en Pijijiapan, Chiapas, donde un migrante hondureño, que por seguridad omitió su nombre, aseguró haber dado mil pesos, por un boleto que solo costaba 600 pesos hasta la ciudad de México.
“A mí me dejaron comprar boleto sin credencial en Chiapas, por dinero sueltan el boleto; por el boleto me cobraron 600 pesos, pero le di 400 pesos más” mencionó.
“Esta es la línea de bus que cobra por vender los boletos; con dinero se mueven” dijo al mostrar el ticket.
Refirió que en la frontera la vigilancia no se ha intensificado, en comparación con Chiapas, donde ya en el autobús y durante el trayecto, se percató de al menos diez retenes, uno de éstos, en el que agentes de migración interceptaron a dos guatemaltecos, luego de una serie de preguntas que les hacen a los pasajeros.
“En varios lugares estaba migración, pero a mí no me dijeron nada; legalmente son diez retenes de migración, desde Chiapas hasta el DF, los dos primeros se los brincó el bus no los revisaron, pero ya el tercero lo revisaron y de ahí así se estaban brincando, dos retenes se fueron limpios, ya donde empezaron en Tapanatepec y antes de llegar Salinas Cruz, Oaxaca y antes de llegar a Matías Romero, pero a mí no me hicieron nada” apuntó.
Crece la afluencia de migrantes.
De acuerdo con la activista María Eugenia Torres, Irapuato es paso obligado para migrantes y aunque en promedio en la Casa del Migrante se recibían no más de 400 centroamericanos, al mes, fue a partir de marzo, que la cifra incrementó a más de 900.
“Ha sido marzo, abril y mayo hemos tenido aproximadamente en el paso 900 y tantas personas, entre 900 y mil y piquito; ayer teníamos en la casa, precisamente, alrededor de 130 personas, ya no nos caben la casa es muy pequeña, pero hemos tenido una afluencia impresionante, niños, mujeres, familias, sobre todo de Honduras” explicó.
Refirió que apenas se acaban de tomar medidas contra ellos, lo que consideró es una persecución.
“Ahora si los están tratando de cazar para regresarlos a su país y esta forma de dar con ellos, aunque es una forma que se supone no viola los derechos humanos, ellos tienen miedo porque ya los empiezan a detectar desde antes de llegar a la frontera” puntualizó.
Aunque el gobierno estadounidense asegura que menos migrantes han tratado de cruzar la frontera, la fundadora de La Casa del Migrante, comentó que posiblemente los números en la frontera han bajado, pero es pronto para decir que tenemos números más bajos, ya que continua la afluencia de la gente.
“Son los que vienen en tránsito, no te podría decir si va a bajar la migración en un poquito más de tiempo, pero ahorita continuamos con número muy altos”
Agregó que, pese a las disposiciones, los migrantes llegan con la idea de llegar a Estados Unidos.
“La mayoría de ellos vienen con la idea de continuar- su trayecto- no de quedarse, vienen con la idea de continuar su trayecto, por más que nosotros les comentamos porque parte de una de nuestra labor en la casa es hacerles conciencia de que nada bueno hay más adelante, sobre todo cuando vemos que ayer teníamos a tres o cuatro mamás con niños de pecho, pero no lo entienden, ellos lo que nos dicen es que mi país está en guerra” dijo.
Casa del Migrante solicita apoyo
Desde el pasado 27 de junio, la Casa del Migrante a través de redes sociales, ha solicitado el apoyo de los ciudadanos, debido precisamente al aumento de migrantes que están arribando a Irapuato.
“La Casa tiene un cupo para 30 o 40 camas y dos cuartos para mujeres, pero nosotros realmente ahorita, los vamos metiendo poco a poco, para poderlos atender, les estamos brindando teléfono, baño, de 24 a 48 horas, los que están enfermos se quedan un poquito más de tiempo” agregó.
