León, Gto. En los últimos tres años, 469 niñas, niños y adolescentes, han sido asesinados en Guanajuato de acuerdo con el corte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). La infancia además está expuesta al reclutamiento forzado por la pugna entre grupos criminales.
Así lo advirtió el director de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), Juan Martín Pérez, quien agregó que la crisis de violencia que vive Guanajuato y México, se alimenta irremediablemente de la impunidad, motivada por los intereses económicos y políticos que privan al interior del Estado Mexicano.
En 2018 se registraron 118 asesinatos de menores, para el 2019 incremento a 147 y en 2020 sumaron 204. Además, en el último año fueron lesionados de forma dolosa otros 1 mil 077 menores.
En medio de ese panorama, recalcó que la guerra contra y entre los criminales iniciada desde el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, sigue ocasionando actos de barbarie donde niñas, niños y adolescentes siguen perdiendo la vida.
El impacto de esos niveles de violencia no queda ahí. Juan Martín Pérez advirtió que lamentablemente el escenario es más complejo con la cantidad aún no determinada, de reclutamientos forzosos generalizados entre los grupos criminales, agravado por el estado de abandono y vulnerabilidad en el que se ha arrojado a niñas, niños y jóvenes.
Relató que han acompañado el caso de un joven llamado Luis Enrique de 15 años, que fue levantado por un grupo criminal.
“Logramos una carpeta investigación en la FGR y aún con información de dónde está el campamento, no hubo ninguna acción. Lo que nos deja un reflejo de la colusión de autoridades con grupos criminales”.
Se trata de una mecánica de desaparición que se ha generalizado entre los grupos criminales.
“Los soldados no alcanzan. No es que un menor voluntariamente diga ‘quiero yo ser Rambo y lo hago’; en lo que están recurriendo es al reclutamiento forzado y han encontrado, tristemente, una fuente de reclutamiento y cada vez más a los adolescentes”.
El director de Redim destacó que estos menores claramente se encuentran vulnerables. A estar fuera de la escuela y con vínculos familiares muy frágiles o con mucho conflicto. Se les identifica y se les puede enganchar o levantar. La garantía de estos grupos es que habrá poca resistencia tanto comunitaria como de sus familias.
“Yo suelo explicar que la violencia es como una gota de agua en el estanque, o sea, un acto de violento genera ondas expansivas”, indicó Juan Martín Pérez quien destacó que la violencia hacia niñas, niños y adolescentes en el hogar, también se intensificó de marzo a septiembre del año pasado.
“El primer periodo en el confinamiento más de 10 mil llegaron a los hospitales con lesiones”, remarcó.
De acuerdo a las estimaciones realizadas por Redim, en México ser menor de edad incrementa la posibilidad de ser víctimas de feminicidio o desaparición en un 30 por ciento si se es mujer de 15 años, mismo porcentaje que incrementa en el homicidio para los hombres de 15 a 17 años.
“Es muy grave porque no solamente no les garantizamos certeza para su proyecto de futuro, ni siquiera el Estado está comprometiéndose a garantizarles el derecho a la vida”, sentenció.
