Irapuato, Gto. De ser hallado culpable, el sacerdote irapuatense Luis Esteban Zavala Rodríguez, podría recibir una sentencia de 74 años por presunta responsabilidad en los delitos de violación y corrupción de menores, en agravio a una adolescente, quién asistía al catecismo y era acólito del Templo de la Soledad.
Esto, trascendió en la tercera semana de audiencia intermedia, donde ambas partes expusieron los alegatos.
La representante de la Fiscalía propuso al Juez de Control, una sentencia de 74 años de prisión, pues dentro de la causa penal 1P1619-1062 seña dos delitos: violación espuria y equiparada, y corrupción de menores, cada uno con dos actos.
Tal y como ya lo había mencionado en una entrevista la abogada de la familia, Dalia Ramírez, se pidió la sentencia máxima; y es que los 74 años son resultado de la sumatoria de cuatro hechos que se contemplan en ambos delitos.
“De la suma total de esos delitos, da la suma de 74 años de prisión, estamos pidiendo la pena máxima”.
A esto, habría que añadir que hay un elemento más que eleva la pena, y se trata de la intervención por un ministro religioso.
Por otra parte, la defensa particular del sacerdote ejerció su derecho a la teoría del caso y pidió la absolución Luis Esteban, tras presentar pruebas que de manera oportuna se desahogaron en la segunda semana de enero.
Una vez que concluyeron los alegatos de clausura, la Juez de Control determinó que el siguiente viernes se dicta y explica la sentencia en una audiencia virtual, que se llevará a cabo al mediodía, de manera virtual en atención a las medidas sanitarias por COVID- 19, dado que actualmente la entidad se encuentra Semáforo de Reactivación Rojo.
Esta misma semana, también se espera concretar la cita en la Fiscalía General del Estado (FGE), para que la mamá de la menor levante la denuncia por amenazas, pues se informó que hay pruebas para formalizar y acreditar este otro delito.
Contexto
Luis Esteban fue arrestado el 5 de agosto del 2019, luego de que la mamá de la adolescente, que en ese momento contaba con solo 12 años, interpuso una denuncia.
Y es que habría encontrado los mensajes de índole sexual que el expárroco enviaba a su hija, quien asistía al catecismo y era acólita del Templo de la Soledad.
Los abusos se habrían cometido en abril del 2019