Guanajuato, Gto. “En la Universidad de Guanajuato, que se jacta de portar una verdad que libera, nos topamos con que gobiernan los intereses personales antes que las leyes. La destitución de nuestro profesor Carlos Cordourier, no nada más es un acto de prejuicio individual, sin que es un reflejo de la falta de transparencia y de los prejuicios que afectan a esta institución”, sentenció una alumna en el patio central del Edificio Central, durante un pronunciamiento colectivo que hicieron docentes y estudiantes ante el despido del profesor de Licenciatura de Ciencia Política y de la Licenciatura Economía, el Dr. Carlos Cordourier Real.
Y es que la Universidad de Guanajuato confirmó que el Comité de Ingreso, Permanencia y Promoción de la División de Derecho Política y Gobierno decidió por unanimidad la no permanencia del docente.
Entre los alegatos del Comité, se encuentra que el Dr. Cordourier dejó de pertenecer al Sistema Nacional de Investigadores desde el 2017, así como al Programa para el Desarrollo Profesional Docente desde el 2022. Si bien, la UG precisa que la relación laboral con el profesor aún no termina, hay un proceso en curso.
“Es resultado de una evaluación de permanencia, yo la llamo juicio sumario porque no hubo ninguna oportunidad de defenderme, l(a Secretaría Académica de la Dirección)
me notifica el jueves. (…) Si fuera tan grave esa situación de no impactar en los indicadores institucionales, se me debió dar la oportunidad (de defensa). Hay un número de indicadores institucionales que yo pienso que estoy impactando, para mí el indicador más importante son las evaluaciones docentes”, expresó el Dr. Cordourier en entrevista, adelantando una impugnación a esta decisión del Comtié.
Reconoció que su despido pudo estar motivado por respaldar a un grupo de estudiantes que denunciaron a través de un tenededero a la profesora ‘Ma. Aide’, en septiembre de 2023, por presuntamente cometer violencia psicológica y humillación.
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Durante el posicionamiento, una alumna tomó la palabra para volver a enunciar la violencia y acusar que las denuncias presentadas en UGénero y en la Defensoría, se archivaron.
“Creo que nunca había sentido tanto miedo y tanta tristeza aquí en la Universidad como el día que pusimos el día que pusimos el tendedero (…) no sabíamos si nos iban a regañar o si íbamos tener represalias (…) El segundo día fue cuando despidieron al Dr. Carlos, porque dije si él es un profesor, que a parte fue director, yo soy una alumna y nada más”.
