León, Gto.- La violación se convierte en una situación muy difícil para la víctima, sea hombre o mujer, pues se sufren las mismas consecuencias, así señaló Regina Irastorza, quien fue víctima de una presunta violación sexual el mes de junio del año pasado.
“Sufrir de una violación sexual es algo que jamás imaginas, porque piensas que es algo que te va a suceder, sin importar tu razón social, económica, racial, geográfica, si mantienes una vida social o no. Sin importar cualquier argumento anterior, una violación te cambia la vida y más cuando te atreves a denunciar”.
Regina acusó a Jorge N., quien fue electo para diputado federal de Acción Nacional, cargo que no ocupó para enfrentar el proceso legal.
“Yo se que hay muchas mujeres que se aguantan toda su vida, 10, 12, 15 años después denuncian, yo sabía que denunciarlo iba a ser un paso muy grande y que me iba a cambiar la vida en muchos aspectos”, dijo Regina.
La víctima expresó, que en un inicio solo su madre y una amiga tenían el conocimiento que había sido violada. Situación que la mantuvo en silencio porque es una situación difícil de asimilar, es un impacto emocional y psicológico que a un ser querido le pase algo así.
Agregó que por mas de un año ha tenido que tomar terapias psicológicas, las primeras fueron gratuitas porque la Fiscalía General del Estado (FGE) y el Centro de Justicia para La Mujer (en Irapuato), que fueron las instituciones que la ayudaron en su proceso.
Depresión, ansiedad y estrés postraumático es parte del diagnóstico que se le dio a partir del presunto delito que se cometió contra ella.
“Mi vida ha cambiado en todos los aspectos, ahora prefiero desconfiar en lugar de confiar, porque es algo que nunca te imaginas que va a pasar y mucho menos de una persona que consideramos cercana o una amistad”, externó.
Regina puntualizó que este tipo de situaciones sí cambian la vida, pero en lugar de cambiarte de manera negativa, te transforma con otra visión a la vida.