Guanajuato, Gto. El programa de descacharrización que implementó el Gobierno de la capital, no ha tenido la respuesta que se esperaba, reconoció el director de Servicios Municipales, Marco Antonio Figueroa Sierra.
A inicios de noviembre, el programa se reactivó con dos centros de acopio, uno en la Plaza Hidalgo (las Ranas) y en el auditorio municipal de Yerbabuena, La Colmena.
Figueroa explicó que el objetivo es disminuir los riesgos sanitarios en los hogares y comercios de Guanajuato Capital por la presencia de aparatos electrónicos y cacharros, que puedan generar focos de suciedad y generación de mosquitos que transmiten enfermedades.
Sin embargo, la respuesta de la ciudadanía ha sido poca, lo que atribuyó a la crisis económica por la pandemia, pues al no poder reemplazar sus objetos, los capitalinos no se quieren deshacer de ellos.
“Todavía no hemos tenido toda la respuesta que hubiéramos querido, hemos recaudado 300 kilos, pero sabemos que hay mucho más material, pero entendemos no es un momento en que la ciudadanía esté pensando: ‘de qué me voy deshacer’, no viene un mes de diciembre muy holgado”.
Figueroa explicó que los aparatos domésticos necesitan un tratamiento especial de disposición para que no contaminen.
“Van a otra disposición, no al basurero municipal, porque tienen pilas y otros compuestos contaminantes, se entregan a una empresa de Dolores Hidalgo, que los procesa y los recicla”.
La campaña concluirá el próximo 19 de diciembre, en la Plazuela de las Ranas.
