Guanajuato. La activista trans y fundadora del comedor comunitario Brisas del Campestre, Zurey Galilea García, tiene más de un mes en el exilio y ahora desde Estados Unidos busca seguir su activismo.
Recordó que fue ayudada por Jorge Jiménez Lona, alcalde interino y los activistas Juan Pablo Delgado y Wera Limón.

Recordó que gracias a la ayuda de Susana Barrales, representante de Casita Unión Trans, pudo tener su asilo político en Estados Unidos.
“Estoy en un trámite de asilo político por el activismo social que tengo. Ya tengo algunas señoras voy a empezar a dar de cenar y ofrecer una despensa cada 15 días. Voy a coordinar con una persona”.
Expresó que el comedor comunitario no seguirá, pero que continuará su activismo con grupos vulnerables.
Aseguró que le preocupa que queden en desamparo 170 personas de la tercera edad, infancias y mujeres de Brisas del Campestre.
“Presenté mis pruebas en migración y ya entre ahora estoy en revisión de asilo político…Yo pretendo allá hacer activismo con la comunidad LGBTIQ y con la comunidad Latina con situación vulnerable…a mi se me presentó la oportunidad y voy a aprovecharla”.
Comentó que puso a la venta todas las cosas del comedor, y puso manos a la obra para fijarse un nuevo objetivo.

“En su momento yo tenía miedo, pero viéndolo desde otro punto de vista pensé por qué no. Y pues mucha gente se quedó sin su alimento, muchos de la tercera edad y niños”, señaló.