Guanajuato. De espaldas al camino, las cabezas de los presentes se fueron girando una a una, y la mueca era de sorpresa… alguien había llegado.
Con camisa azul, levantando los brazos y saludando parecía ser alguien conocido. La sonrisa lo delató, era Miguel Márquez Márquez ex gobernador de Guanajuato quien caminaba por la obra concluida que anunció entre escándalos por posible conflicto de interés ocho meses atrás.
La ubicación decía Tepetate del Gallo, en Purísima del Rincón donde había una carpa grande custodiada por un puente vehicular recién hecho y un sol, que aunque no era medio día, calaba fuerte.
Bajo la sombra, los trabajadores con los pantalones llenos de tierra y cascos de trabajo esperaban la llegada de las autoridades para dar por inaugurada la obra que fue dirigida por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el nuevo Eje Metropolitano del Rincón.
Atrás de Márquez, de blanco y con un logotipo en la espalda con la leyenda “Grandeza de México”, venía Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, gobernador del Estado.
A los empresarios, personal de gobierno y ciudadanos de las zonas aledañas que estaban ahí se les olvidó que el Gobernador era el de blanco, no el de azul, porque fueron a buscar su saludo mientras que en una posición incómoda Márquez hacia mueca y no adelantaba sus pasos, esperaba a que Rodríguez Vallejo se emparejara.
“Vente Miguel no seas penoso”, le dijo Diego ya unos pasos adelante, se dieron el abrazo de protocolo y los dirigieron al escenario.
Márquez quería pasar desapercibido… ja, como si eso fuera a pasar. En cuanto llegaron a la zona de sillas uno caminó por la izquierda, Márquez por la derecha.
Luego de atravesar saludos de manos, abrazos, fotos llegaron a la misma fila donde los dividieron el Comandante Bernardo Ramírez, y los alcaldes Javier Casillas y Antonio Padilla Gómez.
Mientras habla el Alcalde de Purísima, el ex y actual gobernador se secretean y viene la primera amenaza para que Márquez pase y dirija un discurso, agita su dedo y le dice que no.
Llega el turno del mandatario estatal, agradece a todos y al final deja a su antecesor: “Pido un fuerte aplauso para quien fue gestor de esta obra, el ex gobernador Miguel Márquez, honor a quien honor merece. Un día me platicó que iba a hacer este eje y yo le dije-Miguel ya estás a un año de irte-, por cinco meses le falló pero como estamos dentro del primer informe del gobierno, una parte es de lo hecho por Miguel y otra de mi gobierno pues aquí estamos informando sobre la obra”, le dijo el Gobernador.
Con ello vino después el ruego porque dirigiera unas palabras: “Échate una miel, unas palabras para la gente, pásale Miguel, antes era tu Secretario, ahora soy Gobernador”, le ordenó Rodríguez Vallejo.
A sabiendas que se estaba saliendo del protocolo, Márquez quiso no tomarse tan enserio dar un discurso porque advirtió: “Tengo 5 meses sin hablar, imagínense” y como de costumbre, sacó carcajadas.
En tres minutos, agradeció, celebró la culminación de la obra, le dio un raspón al Gobierno Federal señalando que no debería haber separación entre los gobiernos, sino un y trabajo en equipo. Claro, por último defendió el trabajo de su sucesor.
“Siempre mi respeto, mi respaldo, siempre mi reconocimiento y sobre todo mis mejores deseos para que te vaya bien a ti y le vaya bien a Guanajuato”, le dijo.
El purísimense Márquez esbozó otra sonrisa, ya sabía que los reflectores se los había llevado, y todavía junto con Diego recorrieron bajo el sol, que ya quemaba como lo hace después del medio día, el nuevo Eje del Rincón.
Una foto casi llegando a Purísima con todos los personajes, un sombrerito para el sol el que ocupó el ex Gobernador, un agradecimiento de despedida y otra vez, Márquez ahora para la derecha hacia su casa en ese municipio y el Gobernador a su camioneta porque tiene que tiene que seguir chambeando.
