León, Gto. Les Drag Queen han emergido como figuras icónicas que desafían las normas de género y ofrecen una explosión de creatividad y diversidad.
Estos artistas, a menudo personas que adoptan una apariencia y actitud femenina, han conquistado escenarios y corazones, pero detrás de los brillos y las plumas también enfrentan desafíos y limitaciones.

Intérpretes utilizan la moda, el maquillaje y la actuación para encarnar diversos personajes de manera exagerada y teatral. Este arte va más allá de la imitación, convirtiéndose en una forma de expresión única, desafiando las percepciones tradicionales de género y explorando la identidad de manera espectacular.
A finales del siglo XIX y principios del XX, en Nueva York, las drags emergieron como una representación humorística de las normas sociales, etiquetas y roles de género. Con el tiempo, este movimiento se trasladó a los teatros, propagando su popularidad a nivel mundial.

Pese a ello, el estigma y los prejuicios continúan vigentes.
Desafíos
En ciertos contextos, el arte drag es frecuentemente malinterpretado y objeto de cuestionamientos, destacando la necesidad de fomentar una comprensión más profunda y una tolerancia más amplia. Este desafío se vuelve especialmente significativo en entornos notablemente conservadores.

Un ejemplo de esta situación, es el caso de La Gawie, que vio el principio de las agresiones cuando dio a conocer su orientación sexual y habló sobre ello en la escuela; el constante acoso escolar que sufrió de sus compañeros le provocaron depresión y ansiedad. A la fecha, La Gawie ve en esa institución un ambiente hostil sobre la comunidad sexodiversa, provocado principalmente por estudiantes, profesores y personal administrativo.
“Tuve un intento de suicidio, estuve en terapia aceptando mi orientación, y fue cuando empecé a empaparme sobre historia y contenido LGBT+, fue donde conocí Drag Race. Tiempo después de la muerte de mi mamá, mi papá me corrió de la casa, y fue un tiempo que fui a vivirme con mi tía, y fue cuando empecé a ir a eventos drag y estar más en el ambiente, ahí también volví a recaer en la depresión y tuve otro intento de suicidio, si no hubiera sido por el drag, tal vez ya no estaría aquí”.

Otro de los desafíos que enfrenta esta comunidad es la falta de espacios para llevar a cabo sus shows, así como la desinformación que de acuerdo a los integrantes de este movimiento, solo generan hostilidad y rechazo.
“La nula información antropológica sobre la comunidad LGBT+ en Guanajuato (es una dificultad para el Drag), ya que en otros estados y países se salvaguarda”, finalizó La Gawie.
Empoderamiento
Pese a la invisibilización y discriminación que predomina en una sociedad renuente a salir de la cotidianeidad, este movimiento, apoyándose entre sí, ha conseguido consolidar eventos como el Identidrag, un espacio seguro en donde las expresiones artísticas, la diversión y la empatía son los ingredientes principales.

“Una forma de expresar lo que el alma de toda persona guarda muy en el fondo, es liberación, es intensión, es manifestación (…) Mi vida ha sido más feliz desde que hago drag; me salvó la vida literalmente, me ayudó a sanar tantas heridas emocionales y a perder el miedo a ser yo mismo; mi vida tiene más sentido que hace un año, tengo un propósito y sé lo que quiero lograr con esto, como persona sigo siendo el mismo pero con más ganas de vivir que antes”, expresó Ara Neum.

Para los integrantes del movimiento, el escenario drag se ha convertido en un lienzo para la creatividad, donde las personas enaltecen su apariencia y personalidad para ofrecer actuaciones llenas de energía y humor.
“Lo más importante es respetar las expresiones del mundo. Ser tolerantes a los demás y estar abiertos a formas diversas de expresión, rompiendo estereotipos transgresores”, comenta Queen Eliza.

Para otres artistas como Queen Eliza, quien actualmente se dedica al diseño de modas, ha visto en este movimiento una oportunidad para posicionar sus creaciones a la vez que, en conjunto con otras personas, llevar el drag a un espacio más allá de ambientes nocturnos, como el Drag Story Hour.
“Para mí el drag es un medio de transmisión de mensajes constantes y una forma de sacar el estrés generado por la cotidianidad del trabajo (…) Cambió mi vida porque me ayudó a materializar mis sueños en el diseño”.


El mundo de las personas que practican el arte drag es un emocionante viaje de autenticidad, creatividad y desafíos, demostrando que el arte tiene el poder de desafiar y transformar las percepciones sociales y la vida de quien lo vive.