León, Gto. La organización Acción Colectiva presentó la primera de varias denuncias formales, contra empresas curtidoras y el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (Sapal), por contaminar los arroyos que pertenecen a la cuenca del río turbio, que van a dar directamente al lago de Chapala.
Los recursos legales con los exigirán una investigación formal se harán efectivos ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), así como en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, a la que pertenece la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Los activistas Gustavo Lozano y Francisco Javier Sentíes acudieron a las instalaciones del Sapal para presentar la denuncia que corresponde al ámbito local, por seis descargas clandestinas de aguas residuales no domésticas por la planta del módulo de desbaste que a su vez recibe aguas de la industria curtidora, instalada en los parques industriales San Crispín, Santa Crocce, la colonia Morelos, San Jorge, Pamplona y Arroyo Hondo.
“Esas aguas provienen de las empresas curtidoras que están instaladas en los fraccionamientos industriales de la zona sur poniente, y son parques industriales donde la industria curtidora fue reubicada desde 2011, 2012, 2013. Estamos denunciando estás seis descargas que se vierten de manera ilegal al arroyo Las Mulas y que fluye al arroyo que se vincula con el río Turbio, que en León se conoce como el río de los Gómez”.
Gustavo Lozano comentó que el río Turbio recorre aproximadamente 200 metros hasta que sale del estado de Guanajuato en Pénjamo, a la altura de Michoacán, donde se vincula con el río Lerma. Es uno de los más grandes del país y llega al lago de Chapala. Por ello, expuso que se puede afirmar que León contribuye a la contaminación del lago de Chapala.
“Del otro lado del lago de Chapala ha habido fuertes denuncias por la contaminación que hay por el río Santiago por la cantidad de industria que vierte sus aguas tóxicas a sus ríos y arroyos. A partir de esta denuncia y según el reglamento de Sapal, tienen 15 días para respondernos e informarnos cuál es el trámite para la denuncia”.
El activista y representante de Acción Colectiva dijo esperar que Sapal inicie una investigación amplia y profunda, que abarque los dichos de la empresa Ecosys III, que es la concesionaria de la planta de tratamiento municipal y del módulo de desbaste.
“Como mínimo estamos hablando de seis años según el comunicado de Ecosys III y de acuerdo a diversos mecanismos legales, es posible rastrear si las empresas curtidoras incumplieron con los acuerdos de entregar una cierta cantidad de agua, al sistema de protección de Sapal, que luego lo vincula a la planta del modulo de desbaste”.
Refirió que esperan los de nombres de empresas que están contaminando el agua, así como de sus propietarios, accionistas y “esperamos que Sapal haga lo posible por limpiarse la cara, de manera efectiva y no a manera de comunicados que indican que tomará control a partir del 22 de agosto”.
Gustavo Lozano expuso que sería razonable que Sapal se ponga las pilas para que zanje de una buena vez, lo del vertido tóxico de aguas residuales a los ríos y arroyos.
“Sapal debe de explicar varias cosas antes de iniciar una inversión, pues en el 2018 presentó un proyecto para su autorización a la Semarnat de impacto ambiental y, en ese proyecto, Sapal le informó que las instalaciones de la planta de tratamiento y el modulo de desbaste se encontraban en optimas condiciones hace dos años”.
El activista hizo un llamado para que el Ayuntamiento de León y los regidores que son parte del consejo, se involucren en el tema para ver qué está ocurriendo y qué pasa hacía la opinión pública, pues se tiene que explicar cómo Sapal ha acumulado los recursos que ha expuesto y ahora cómo pretende invertirlos.
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