León, Gto. Los años y recursos destinados para contrarrestar la contaminación y problemas de salud ocasionados por la industria ladrillera, han fracasado en México.
Guanajuato ha formado parte de esos intentos por tecnificar al sector, pero poco se ha avanzado. Incluso, ocupa el tercer lugar a nivel nacional con el mayor número de hornos, sólo por detrás de Puebla, que encabeza la lista y Jalisco que ocupa el segundo lugar.
Lo anterior fue reconocido por Abraham Ortinez, director de Contaminación Atmosférica del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climatico, durante su reunión con decenas de líderes ladrilleros de León y autoridades municipales y estatales.
El funcionario federal expuso que México tiene una última oportunidad para hacer un cambio verdadero en el sector. Detalló que se seguirán modelos que han funcionando en otros países, pero se adaptarán a las necesidades de los productores.
Explicó que podrán mejorar sus ingresos y si trabajan en colectividad pueden ser proveedores de grandes empresas. También reconoció que el modelo de horno MK2 falló; se documentó que en varios estados no se ajustó a la realidad.
“El tema de la estrategia es porque ya llevamos muchos años trabajando con el sector y no ha habido cambios. Se han hecho esfuerzos como el MK2, ha habido esfuerzos para sacar el horno tradicional de los ladrilleros, pero lamentablemente han sido casos no exitosos”.
“El horno MK2 ha sido un fracaso. Se necesita un esquema que ganen los productores. Algo con un enfoque social. Se tienen los hornos tradicionales y los modelos MK2 que han fracasado en otros lugares como Ciudad Juárez y Durango”.
El proceso de combustión comienza en la primera cámara. Los gases calientes derivados pasan a las siguientes cámaras, donde las piezas a quemar se van precalentando. Los gases de combustión van circulando de forma subterránea hasta la chimenea.
El proceso se repite de una cámara a otra y el ciclo dura de 3 a 5 días con temperaturas de 800 a 950 grados centrados y la quema dura de 15 a 18 horas.
Piloto en Guanajuato
Por las características de la entidad se echará andar el piloto de un horno con tres cámaras en el Parque Ladrillero de Salamanca.
Abraham Ortinez detalló que utilizarán 300 mil pesos para ponerlo en marcha, además de que se impartirán capacitaciones a productores de otros estados y Guanajuato.
Expuso que para que se replique el modelo, colaboran con el gobierno del estado y los municipios, pues se necesita financiamiento a los ladrilleros y certidumbre de sus tierras.
También añadió los requisitos mínimos para llevar acabo un proceso de transformación tecnológico, con una visión social en la actividad ladrillera, los factores son: ambiental, uso de combustibles limpios; preferentemente utilizar tierras de bancos autorizados.
Otro aspecto es el organizativo y laboral, procurar la formación de asociaciones organizadas de productores, y prescindir del trabajo de menores de edad.
También en tener tecnologías con cero emisiones. Entendidas como aquellas que no utilizan directamente la combustión para procesar las tierras.
Dentro de la propuesta se busca utilizar hornos mejorados y con mayor evaluación.
En los aspectos legales, contar con la disposición de los predios y asegurar la autorización del uso de suelo.
“Tenemos claro a donde queremos llegar con los hornos, lo que pasa es que ha sido lento, y no hemos podido llegar a donde hemos querido”.
El funcionario federal aseguró que el Modelo de Desarrollo Sustentable para el Sector Ladrilleros Artesanal busca dar materiales de construcción para zonas de sismos.
Expuso que buscan con este modelo social trabajar sin imposición con el sector.
Hasta ahora, los estados con mayores ladrilleras artesanales son Puebla, Jalisco, Guanajuato, San Luis Potosí y Michoacan.
