León, Gto. Una certificación internacional en biodegradabilidad que realmente logre que las bolsas se degraden en poco tiempo, no generen efecto invernadero y sirvan de fertilizante, es parte de la iniciativa propuesta por la regidora panista Jared González.
La también presidenta de la Comisión de Medio Ambiente adelantó que su propuesta planteada en marzo del 2019 para controlar las bolsas de plástico en tiendas de convivencia y supermercados, tuvo un nuevo avance gracias a la alianza con el Centro de Innovación Aplicada en Tecnologías Competitivas (CIATEC), la Dirección de Innovación y el Fondo Ambiental.
El primer problema al que se enfrentaron fue la falta de un laboratorio en el país que esté certificado en biodegradabilidad, por lo que finalmente se logró un presupuesto de 4 millones de pesos para contar con esta fórmula.
“Pensando en la reglamentación, para dar una alternativa debería existir un lugar donde se permitan las pruebas y poder cerciorarse que las bolsas sí puedan ser biodegradables o no (…) de ahí se requería este laboratorio con certificación y un bioplástico con bases naturales para que de esta manera se pudiera biodegradar realmente con poco tiempo pero que estuviera certificado”, explicó la edil.
La intención es no utilizar oxodegradables para llegar a los biodegradables, como se utiliza en algunas otras regiones, ya que finalmente no se puede evitar la generación de micro plásticos y gases de efecto invernadero a la hora de la biodegradación.
La biodegradación se generaría de manera aeróbica y anaeróbica desde un relleno sanitario, agregó la regidora.
“Hasta va a poderse utilizar como fertilizantes en los campos, puesto que viene de una fuente natural y el componente se quiere cuidar para que el bioplástico se pueda degradar en muy poco tiempo, en meses”, refirió.
En promedio cada persona utiliza 200 bolsas a nivel mundial y cada plástico tarda en degradarse desde 400 a 100 años, dependiendo la densidad del material.
Jared González agregó que a diferencia de otros municipios donde se prohibió el uso de bolsas de plástico, lo que se pretende en León es tener un material que realmente se degrade y a la vez abonar a la conciencia medioambiental en la ciudadanía.
“En León vamos más allá de la prohibición puesto que no había otra alternativa y generaba más conflictos económicos y sociales (…) si alguien va a utilizar bolsas, que sea lo menos posible y se trata de ir concientizando, hoy veo una ciudad más consciente, te das cuenta que algunos comercios ya no te dan bolsa”, comentó.
En el 2021 se continuará avanzando en el tema, esperando que llegue la certificación internacional para poder iniciar los trabajos con los fabricantes, concluyó la edil.
