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viernes, abril 19, 2024

Organismos extranjeros apoyan conservación de Sierra de Santa Rosa

Guanajuato, Gto.- La Sierra de Santa Rosa, en la capital del Estado, por su importancia hidrológica y biodiversidad es fundamental que se proteja, pues incluso incluso en ecosistemas de Alaska, Canadá, Estados Unidos y Centro América, al ser un punto importante de paso de aves migratorias.

Así lo señala el Servicio Forestal Estadounidense, quien además recomienda la ejecución de “acciones inmediatas” para su preservacion, cuestión que se destaca en la página de la asociación civil Cuerpos de Conservación Guanajuato.

Incluso se llegó a considerar la posibilidad de declarar toda la sierra como un Área Natural Protegida, durante el gobierno de Juan Carlos Romero Hicks, proyecto que se abandonó.

Arturo García, director de Cuerpos de Conservación Guanajuato explica que la Sierra de Santa Rosa, abarca una extensión de cerca de 113 mil hectáreas, comprendiendo parte de los municipios de Guanajuato, Dolores Hidalgo y San Felipe, y que actualmente se tiene un hermanamiento entre la cuenca del Río Willamette, ubicado en el estado de Oregon, EUA, dada la trascendencia que Santa Rosa tiene en la cuenca del Río Laja, pues permite el seguimiento de tres especies de aves migratorias: la Garza Morena, el Colibrí Rufo y una especie de Chipe Coroninegro.

A pesar de su importancia, la Sierra de Santa Rosa, padece un impacto creciente sobre sus ecosistemas, eso es un hecho incuestionable. Cambios de uso del suelo; pastoreo extensivo; extracción ilegal de flora, fauna y recursos forestales; manejo inadecuado de laderas para cultivo, entre muchos otros factores. A ello se suman hoy  la imparable contaminación de arroyos y ríos con las descargas de drenajes domésticos y de residuos de la minería, la habilitación de basureros ilegales dispersos, el manejo inadecuado de desechos domésticos y los más reciente: el desarrollo inmobiliario: “La Cucursola”, que promueve el diputado federal panista, Sergio Ascencio Barba -sobrino del empresario irapuatense, El Gallo Barba-, con la desaprobación de las autoridades de la comunidad y de Profepa.

Dicho desarrollo contempla la venta de 49 lotes, que van de los mil a los mil 200 metros cuadrados. A la deforestación del área de desarrollo hay que sumar el requerimiento de agua de la presa de Peralillo y las descargas a la red de drenaje.

Una de las preocupaciones más marcadas de ese desarrollo, es precisamente la alteración que puede causar en la Sierra de Santa Rosa, que tiene una función destacada como reguladora del ciclo del agua y de la temperatura de la región, lo que es muy importante en relación al problema del calentamiento global, y al parecer algunos políticos siguen sin entender.

La problemática anterior está asociada a una falta de regulación y diseño de los asentamientos humanos y al crecimiento de éstos hacia las zonas que se consideran aptas para tal expansión.

La Sierra de Santa Rosa, enfatiza Arturo García, es muy importante para la recarga de mantos freáticos de municipios como Guanajuato e Irapuato, pues es parte de la Cuenca Lerma Chapala.

La Sierra de Santa Rosa, explica el director de CCG, impacta en siete microcuencas, entre estas la del Monte de San Nicolás, que sería la principal afectada con el desarrollo La Cucursola, en la que se ubica la Presa de Mata, una de las presas de las que se toma agua para abastecer a la ciudad de Guanajuato.

Por sus características, se le describe como zona de bosque templado de encino, con asociaciones de madroño, aliso, pingüica y, en algunas áreas, con matorral xerófilo. En ella predomina el bosque puro de encino, pues en su interior conviven 17 especies de este árbol.

Todas sus condiciones hacen de ella una isla biológica, incluida entre las más diversas de este tipo de vegetación a nivel estatal. Ofrece, además, hábitat a un sinnúmero de especies, residentes y migratorias, de flora y fauna.

En la Sierra de Santa Rosa se concentran alrededor de 200 especies de flora medicinal y más de 50 de hongos macroscópicos. En sus tierras habitan el venado cola blanca, el coyote, el gato montés, el cacomixtle, el armadillo y, todavía a mediados del siglo pasado, el puma y el lobo mexicano. Alberga 26 especies de anfibios y reptiles y más de 230 especies de aves, entre las que destacan 36 amenazadas o en peligro de extinción.

Por cierto, que el hermanamiento entre la cuenca del Río Laja con la cuenca del Río Willamette, de Oregon, EUA, incluye trabajos de educación ambiental en escuela de Oregon y el municipio de Dolores Hidalgo, a través de videos, dibujos.

Los CCG, a través de los programas de Desarrollo Sustentable que han implementado en la sierra, participan habitantes de 22 comunidades del municipio de Guanajuato; el trabajo de CCG además ha sido apoyado por instituciones de los tres niveles de gobierno, así como instituciones de otros países, como son: North American Wetlands Conservation Act, Save the Laja, inc, Texas Christian University, Legambiente, Italia, LKJ Sachsen-Anhalt e.V. Programa Weltwärts y Programa I.B.O. Italia.

“No son solo los gobiernos los únicos responsables del cuidado al medio ambiente, pero si son quienes pueden emprender acciones y formular leyes para su conservación a gran escala. No son sólo los habitantes de las áreas naturales quienes usan los recursos, pero sí son quienes tienen la oportunidad de emprender acciones locales que impacten en gran medida. No son sólo las empresas y la población urbana las demandantes de recursos que originan la explotación masiva, pero sí son quienes pueden ejecutar sus actividades diarias en un marco de respeto al medio ambiente. No es sólo el sector académico el que ha soslayado la educación ambiental, pero sí es quien debe difundir el conocimiento de nuestras riquezas naturales y la importancia de su preservación”, se apunta en la página de CCG.

 

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