León, Gto. El humedal del Parque Los Cárcamos, uno de los pulmones ambientales más importantes de la ciudad, se encuentra cada vez más seco en medio de la severa temporada de estiaje que afecta a León.
La situación preocupa a ciudadanos y ambientalistas, quienes advierten que el ecosistema está al borde del colapso.

Desde 2019, la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) reconoció oficialmente este cuerpo de agua como humedal, debido a la presencia de peces, aves y mamíferos.
Sin embargo, en los últimos años su deterioro ha sido evidente.
El panorama comenzó a cambiar con la construcción del complejo inmobiliario City Park, que generó fuertes críticas por parte de activistas y ciudadanos.

Desde entonces, se ha denunciado una posible alteración en el flujo de aguas subterráneas provenientes de la Presa del Palote, que históricamente alimentaban al humedal.
En 2021, la oposición ciudadana creció cuando se anunció el proyecto City Center, señalado por grupos ambientalistas como un ecocidio.
Protestaban que, en lugar de priorizar el desarrollo urbano, debía protegerse este ecosistema vital.
Hoy, el humedal muestra signos claros de deterioro: el agua ha disminuido de forma alarmante, el terreno está cuarteado y seco, y en muchos puntos solo queda humedad superficial.

Aunque permanece un letrero que prohíbe ingresar al agua, algunos visitantes exploran el área sin dificultad debido a su bajo nivel.
“Ya no hay peces, patos ni aves como antes. Todo eso desapareció”, lamentan visitantes frecuentes del parque.
También notan que varios árboles lucen secos, recordando que en noviembre de 2024 un incendio consumió gran parte de la vegetación y fauna del lugar.

La relación entre el humedal y la Presa del Palote es un punto de controversia.
Mientras que estudios realizados por el Centro de Investigación y Asistencia Técnica (CIATEC) y organizaciones ambientales respaldan la existencia de un flujo subterráneo entre ambos, los desarrolladores de City Center lo han negado, argumentando que no existe una conexión directa.
Lo cierto es que la Presa del Palote se encuentra apenas al 4 por ciento de su capacidad, y el humedal, en niveles críticos pocas veces vistos.
La evaporación avanza día con día y, sin lluvias a la vista, el humedal que alguna vez fue un símbolo de vida en medio de la ciudad, hoy agoniza ante el abandono, la sequía y el crecimiento urbano.