León, Gto. Las condiciones de la infraestructura en la distribución de hidrocarburos en México, se incrementaron notablemente a un año de la crisis de desabasto y suministro de gasolina, que afectó principalmente el centro del país.
Así lo consideró el presidente de la Asociación Mexicana de Estaciones de Servicio (Ampes), Andrés Gutiérrez Torres, quien destacó que las empresas proveedoras de combustibles tuvieron que sobreponerse a esta medida, ante el cierre de los ductos de Pemex.
Los días más críticos fueron del 4 al 7 de enero, se tuvo en promedio el 10 por ciento de gasolineras abiertas de las 600 que hay en la entidad.
El pasado 14 de febrero, el gobernador Diego Sinhue dijo que se había acabado la crisis de desabasto de gasolina en Guanajuato. En aquel entonces, el servicio del suministro no ha llegado todavía al cien por ciento, sino que estaba operando en un 80 por ciento.
Gutiérrez Torres añadió que otro factor que detonó una crisis por el abasto de gasolina, hace casi un año, fueron las compras de pánico.
“El paranoma ha cambiado significativamente hoy hay mucha más infraestructura, no mucho mayor, pero sí más y hay más almacenaje en México. Hay mucho más transporte terrestre y el problema que hubo hace un año se debió a una política de evitar el robo de combustible, sin medir consecuencias de la infraestructura que contábamos en el país. Hoy tenemos mucho más pipas que nos permiten resolver un problema de desabasto, pero su mayor problema fue de suministro, era llevar el producto de un punto a otro punto”.
Gutiérrez Torres dijo que no se tenía una forma alternativa de transportar la gasolina de los puertos al Bajío y eso generó un caos. Hoy se tienen las pipas y los ductos están controlados.
Expuso que identificar si concluyó el robo de combustible es algo difícil de constatar como proveedores. Se puede hacer una interpretación con las estaciones de servicio y con ello se debió de incrementar la venta de producto.
