León, Gto. Productos de la canasta básica alimentaria que se pueden adquirir en tiendas de abarrotes, carnicerías y tortillerías, se han vuelto un sufrimiento para sus encargados y clientes quienes deben lidiar con los incrementos en sus precios.
Basta charlar con cualquier encargado de una tiendita de abarrotes de la colonia León I, para conocer la situación que vive el gremio de comerciantes ante el incremento de precios en los productos que ellos surten por mayoreo en otras cadenas comerciales.
“Sale muy difícil sacar adelante una tienda, para surtir hay que comprar casi lotes de supermercado para poder tener ganancias pero hay abarroteras donde ahí nos surtimos porque apenas y compramos 10 artículos del mismo producto y apenas sacamos para las ganancias”, comentó un empleado de una tiendita de dicha colonia.
Aseguró que detrás de los altos precios, hay un costo elevado en la producción y traslado de productos, lo que incrementa su valor y reduce ganancias, pues muchos se resisten a aumentar los precios a sus clientes, pues saben que la situación económica no está a su favor.
En las carnicerías sus trabajadores han notado cómo pasan las familias de comprar un kilo de carne a bajar las raciones o de plano llevarse otro tipo de cortes más baratos.
“La carne de res y cerdo ha aumentado, los taqueros que se surten aquí también han subido sus precios porque ya nada alcanza e incluso los clientes ya vienen con menos frecuencia o nos piden variedad”, contó un cajero de una carnicería de la colonia Maravillas.
Trabajadores y encargados de negocios como la venta de pollo, contaron los aumentos que han visto en este producto, tanto por la alta demanda en los centros mayoristas y el encarecimiento de los precios del sorgo.
“La pechuga de pollo, las frutas y verduras, así como lo necesario para la canasta básica ha subido, básicamente todo está por los aires menos los salarios”, dijo uno de los entrevistados.
Los clientes de una carnicería comentaron que hasta en más de 100 pesos por kilo han llegado a comprar las pechugas cuando hace unos meses por 60 pesos adquirían la misma cantidad de alimento.
Los trabajadores de las tortillerías, son los que desde hace meses han visto una baja en la venta de este alimento debido al aumento de precio.
“20 pesos por un kilo de tortillas, parece poco pero si entre semana siempre compras ya son 100 pesos al final que terminan repercutiendo en los bolsillos de la clientela que prefiere comprar menos tortillas que dejar de comer por su precio en el mercado”, dijo un tortillero de la colonia Revolución.
Preocupados por el alza en los precios, por ahora ellos no visualizan un aumento, aunque para la cuesta de enero, la economía podrá determinar otra situación, coincidieron los ciudadanos.
