Durante julio las remesas llegaron a mil 897.6 millones de dólares, 1.39% más que en el mismo periodo del año anterior, resultado en parte de una mejora en los niveles de ocupación de la mano de obra hispana en Estados Unidos.
Pero la entrada de divisas por remesas en julio fue inferior a los poco más de dos mil millones de dólares que entraron en junio, según el Banco de México. Los envíos del exterior acumularon en los primeros siete meses del año 13 mil 60 millones de dólares, 4.23% más que el acumulado hasta julio de 2010 y además es el monto más elevado de los últimos dos años.
En julio se realizaron 5.8 millones de envíos con un monto de 326.76 dólares en promedio por operación, 2.66% menos que el promedio de junio. El índice de desempleo entre hispanos de Estados Unidos cayó en julio hasta 11.3%, comparado con una tasa general de paro del 9.1%, según el Departamento de Trabajo.
Las cifras del gobierno muestran que la fuerza laboral hispana en julio sumaba 22 mil 741 millones de personas, de los cuales 2.57 millones estaban sin empleo.
El ramo de la construcción, una de las fuentes de trabajo para más hispanos, registró en julio una ganancia neta de ocho mil empleos, y el de hostelería y restaurantes ganó 17 mil puestos.
Durante 2010, las remesas familiares sumaron 21 mil 271 millones de dólares en todo el año, de los cuales casi el 60% fueron concentrados por los estados de Michoacán (10.1%), Guanajuato (9.3%), Jalisco (8.2%), estado de México (7.7%), Puebla (6.4%), Oaxaca (6.1%), Veracruz (5.8%) y Guerrero (5.6%), entidades con altos niveles de pobreza.
Dependiendo del comportamiento de la economía estadounidense en lo que resta del año, el flujo de remesas hacia el país podría mejorar; sin embargo, la expectativa en este sentido no es muy positiva, toda vez que las señales de una desaceleración en el vecino país del norte son cada vez más contundentes.
Según la encuesta de expectativas económicas de los especialistas del sector privado que lleva a cabo Banco de México, las estimaciones de crecimiento para Estados Unidos paso de 3.2% en febrero de este año a sólo 1.8%.
Lo peor es que las expectativas para el próximo año no son mejores.
