León, Gto. En México, el próximo año se avecinan problemas en la producción de maíz, lo que resultará en costos más altos para este cultivo, debido a los efectos de la sequía en el país.
Independientemente de la variedad de maíz que se cultive y de la ubicación geográfica en la que se realice, habrá repercusiones. Esto se debe a que la mayoría de las presas en México están funcionando a tan solo el 30 por ciento de su capacidad.
En los estados con mayor producción de maíz, la falta de agua llevará a una disminución de la producción, ya que la producción de maíz en México depende en gran medida del riego y no de las estaciones.

Marcela Martínez, presidenta de la Cámara Nacional del Maíz, y Esteban Jaramillo, director general del Maíz señalaron que los efectos de la sequía se verán reflejados a principios del próximo año en estados como Chihuahua y Sinaloa, con una reducción estimada de un millón de toneladas en la producción de maíz.

“La afectación más significativa se producirá durante el próximo ciclo otoño-invierno debido a la dependencia del riego. Sinaloa, un importante productor de maíz, se encuentra completamente ligado al riego, y en este momento, las presas tienen solo el 30 por ciento de su capacidad de almacenamiento de agua. Esto tendrá un impacto considerable en el país, y si se presentan efectos negativos, se reflejarán en el año siguiente”, afirmó Esteban Jaramillo.
Marcela Martínez explicó que para prevenir estas afectaciones en México, es esencial invertir en infraestructura de riego. Los estados del norte del país, que son los principales productores de granos, carecen de agua, mientras que los estados del sur, que tienen una mayor disponibilidad de agua, carecen de la infraestructura necesaria.
El problema radica en que este año, en cuanto a precipitaciones, el país no ha sido beneficiado. Esto se debe a que las entidades federativas del sureste de México, incluyendo Chiapas, también enfrentan problemas relacionados con el agua.

“Como país, tenemos la capacidad de producir, pero necesitamos, en primer lugar, la infraestructura necesaria en ciertas zonas, y aunque se están realizando esfuerzos en ese sentido, aún se requiere un desarrollo mucho mayor de infraestructura en ciertas áreas del país, sobre todo en las que aparentemente hay más agua”, mencionó Marcela.
Según datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), hasta el 30 de septiembre, el 82.4 por ciento del territorio mexicano se encuentra en situación de sequía extrema.
Marcela también destacó la necesidad de abordar el proyecto de producción de maíz de manera regional, dado que las necesidades varían en función de la ubicación geográfica. Además, se podría considerar la posibilidad de aprovechar la cercanía de países en el centro y sur del continente que son vecinos de México, aunque esto requeriría investigaciones y una estrategia a largo plazo.
Costos de importación
A pesar de que México es un gran productor de maíz blanco, no lo es de maíz amarillo. El 40 por ciento de este último grano que se consume en México es importado, y otro factor que incide en los costos es la logística y la competitividad, lo que provoca un encarecimiento del producto.
“Importamos maíz porque no tenemos suficiente producción local en el país“, concluyó Marcela quien agregó que México importa anualmente 17.5 millones de toneladas de maíz amarillo.