Guanajuato. De acuerdo a la organización México ¿Cómo vamos?, en Guanajuato se generaron al mes de octubre, 42 mil 317 empleos, de los cuales el 49.8 por ciento se reportaron en mujeres (21, 080).
Lo anterior parece ser que la generación de empleos entre hombres y mujeres alcanza cierta igualdad, sin embargo, no es lo mismo respecto a las condiciones laborales y salariales.
Las mujeres padecen con mayor frecuencia situaciones de pobreza laboral porque trabajan por una menor paga en promedio, dado que no acceden a posiciones de mayor rango.
“Las brechas salariales por sexo se deben, en gran medida, al mayor número de horas que las mujeres dedican a labores no remuneradas dentro del hogar, ya sea realizando tareas domésticas o cuidando de menores, personas enfermas y ancianas”.
“Muchas mujeres se emplean en trabajos informales, en los que encuentran mayor flexibilidad para cumplir con sus roles familiares y de crianza, pero que a su vez las colocan en posiciones de mayor riesgo y vulnerabilidad frente a un despido injustificado, sin acceso a la seguridad social en caso de enfermar, sin acceso a un sistema de guarderías y con menores ingresos en promedio”.
Las datos que arroja esta organización señalan que al primer semestre del 2022, por cada 100 hombres que padecen de pobreza laboral, hay 112 mujeres en éstas condiciones.
Y respecto al tema de la informalidad, el estudio señala que el 54.37 por ciento de las mujeres viven de la informalidad, mientras que el 52.05 por ciento de los hombres, en igualdad de condiciones.
Por otro lado, el Semáforo del Trabajo Digno de la Asociación, Acción Ciudadana Frente a la Pobreza señala que la participación de las mujeres en los trabajos remunerados es de un 43 por ciento, y el de los hombres es de un 76 por ciento.
Sin embargo en el trabajo del hogar y cuidados no remunerados hay una diferencia colosal, al tener solo el cinco por ciento de la participación de los hombres, en comparación con el de las mujeres que es de un 95 por ciento.
La inseguridad también es un factor que abona a la brecha laboral entre hombres y mujeres.
“Dada la violencia de género que se vive en México dentro y fuera del hogar, la mayor percepción de inseguridad de las mujeres determina también si siguen con los estudios, si ponen un negocio o solicitan un trabajo remunerado. Es decir, que el se torde más inseguras al caminar en la calle tiene un impacto económico y en los ingresos de los hogares”.