León, Gto. El cierre del antiguo Hospital General de León trajo un vacío en la vida económica de sus habitantes y comerciantes de la colonia Obregón, que ni con la apertura del Hospital Estatal de Atención COVID-19, logran recuperar la bonanza de lo que fueron esas épocas sin coronavirus.
Al menos así lo narran vecinos de las calles 20 de Enero y 16 de Septiembre, aledañas al recinto médico que cerró sus puertas para cambiarse a sus nuevas instalaciones en la colonia San Carlos y luego habilitarse para atender a los infectados de esta pandemia.
Los vecinos recuerdan con anhelo el mes de julio del año pasado, porque la mudanza comenzó junto con el abandono en el que se fueron quedando algunos locales comerciales que también cerraron sus puertas, pues muchos eran farmacias, o estacionamientos que dependían indirectamente del nosocomio.
Con el confinamiento por la pandemia a finales de marzo, comenzó el arranque de funciones en el hospital estatal COVID-19, lo que significó para algunos de sus habitantes, la reactivación que la colonia Barrio Arriba u Obregón, tras varios meses en donde este lugar parecía un pueblo fantasma, aunque esto no resultó pues sus calles siguen solas.
“Duró un tiempo sin operar el hospital, no había gente porque todos andaban en San Carlos, algunos vendedores se quedaron en la plaza pero fueron desplazados por la falta de ventas. Después anunciaron que iban a abrir el hospital y creímos que se iba a mejorar la economía y el entorno, pero no, no hay ventas y solo viene gente enferma a hacerse la prueba”, contó Eugenio, vecino de la calle 16 de Septiembre.
El hombre entrevistado de ocupación profesor, cuenta desde la puerta de su casa, que el temor entre los habitantes de la tercera edad que viven cerca del hospital prevalece un riesgo para quienes forman parte de la población de alto riesgo.
“La pandemia solo trajo encierro y que se rompiera la economía. En esta colonia hay muchas personas adultas y claro que ya quieren salir de sus casas, pero no pueden porque pueden enfermarse, muchos quieren abrir comercios pero no se puede, está muy solo y de muy alto riesgo porque puedes infectarte atendiendo a alguien que salió de una prueba de coronavirus”, opinó Mario, empleado de una tienda de abarrotes de la calle 20 de Enero.
Otros entrevistados reprocharon que la instalación del hospital para la Atención COVID-19, incluyera el cerco de vallas metálicas y el resguardo de tránsitos municipales, para evitar el paso vehicular.
Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de León, consultados por Zona Franca, señalaron que desde hace tres meses luego de un acuerdo con la Secretaría de Salud de Guanajuato, dejaron de custodiar el lugar.
Ahora aunque no se vean elementos de la SSPL en las calles aledañas impidiendo el paso vehicular y peatonal, son pocos los peatones que se ven en esta zona de la ciudad donde a cualquier hora del día se puede ver la llegada de posibles pacientes que se realizarán la prueba del COVID-19.
“El paso vehicular y peatonal ya está libre desde hace un tiempo, muchas personas prefieren rodear o no saben que por aquí ya se puede pasar porque antes había tránsitos que te limitaban tu circulación, aunque esto está muy muerto, ni con un hospital que atiende la enfermedad del milenio, puede salir adelante esta tradicional zona”, dijo otro habitante de la colonia.
