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jueves, marzo 28, 2024

Pandemia perjudicó a productores de pirotecnia

San Francisco del Rincón, Gto. La pandemia del coronavirus, sin ser pirotecnia en manos de personas equivocadas, destrozó por completo la economía de los productores al detener las labores en los talleres artesanales.

Cada año los expertos en el arte de los fuegos artificiales se dedican a traer alegrías a las fiestas patronales y eventos, aunque este 2020, los productores de pirotecnia se las comenzaron a ver en aprietos, pues las restricciones implementadas para disminuir contagios también los afectaron con las ventas programadas para las fiestas patrias y decembrinas.

Alejandra Esquivel Rosales, es la encargada de un local de pirotecnia ubicado sobre el kilómetro 3 del bulevar El Maguey en San Francisco del Rincón. Ella junto con su familia, sabe más que nadie cómo les ha perjudicado la pandemia del coronavirus.

La productora de cuetes, señaló que desde mayo se vieron afectados por la pandemia, no por haber dado positivo en un contagio, sino porque todos los castillos armados y los materiales preparados para las fiestas religiosas de ese mes se les quedaron arrumbados y cebados.

“La pirotecnia es lo que nos enseñaron nuestros padres y abuelos, ahorita se nos es muy difícil empezar otro negocio porque sería lo mismo, como el problema es redondo levantar otro negocio está canijo, ahorita no hay trabajadores nada más somos cinco familiares los que estamos a cargo porque no hay para pagarles”, cuenta Alejandra.

Desde su infancia la familia Esquivel se ha dedicado por completo a la fabricación de pirotecnia, lo que consideran es un oficio que llevan en la sangre y en los genes, pues los años en especializarse con la pólvora se volvió un estilo de vida.

“A veces lo único que vendemos es pirotecnia para ocasiones especiales como para quinceañeras o bodas pero es muy poco no se mueve el material y ni cómo darles su sueldo a los trabajadores no hay forma de ayudarlos”, contó.

El trabajar con pirotecnia representa todo un riesgo para los artesanos del fuego y las luces, por lo que la capacitación es primordial para elaborar cada uno de los artículos, que por pequeños que parezcan hay todo un trabajo humano de por medio.

Respecto a los permisos que necesitan para fabricar la pirotecnia, señala que tienen las facilidades porque el gobierno sabe que la venta de esos artículos es su sustento diario que va de generación en generación.

Las fotografías con los retratos de los padres de Alejandra, lucen en la sala de espera del local de cuetes.

Los conocedores y habitantes de El Maguey, saben que el señor Maximiliano Exquivel y la señora Gregoria Rosales Ramírez, fueron los primeros fundadores del local de pirotecnia caracterizado con los años en ser de los pocos en ofrecer productos de calidad.

Incluso los fanáticos de la pirotecnia suelen llegar ocasionalmente durante el transcurso del día para comprar una docena de cuetones por 90 pesos o una bomba que va de los 75 a los 150 pesos, aunque otros días son pocos los que se acercan al local.

Con la pólvora como desgracia

Pero llevar una vida en la que la pólvora es el sustento diario no es un estilo para todos y menos si en la familia hay antecedentes de accidentes laborales que terminaron con la muerte de uno de ellos.

Foto: Jorge Hernández

“Éramos ocho de familia pero nada más quedamos siete porque falleció un niño en un accidente de una quema. Falleció y solo quedamos cuatro hombres y tres mujeres”, cuenta Alejandra.

La vendedora recordó que su madre Gregoria había terminado de elaborar el fulminante, que es el explosivo del cuete, cuando su hermano Nicolás, de 6 años, iba pasando y se hizo una chispa por estética, detonante que le cobró la vida por las quemaduras en su cuerpo.

Si bien la familia Esquivel Rosales lleva una desgracia en sus vidas, ellos son el ejemplo de que la vida sigue y hay que salir adelante, pues a treinta años de lamentable accidente, admiten que tiene un trabajo muy peligroso, pero tomando las medidas no pasa nada y es seguro.

“A mis hijos no les gustó el negocio de los cuetes, yo, mis hermanos y mis sobrinos somos los que los fabricamos y vendemos”, refirió Alejandra.

La usan los agricultores

La pirotecnia no solo es utilizada para amenizar fiestas o celebraciones, sino también, en San Francisco del Rincón, los agricultores la utilizan para espantar pájaros y cuidar sus cosechas.

“Los agricultores siembran el sorgo y ellos para que los pájaros no piquen su producto compran cuetón y lo lanzan de lado con un tubo y los pájaros al oír el explosivo se van y eso fue lo que nos ayudó mucho en la pandemia que muchos sembraron sorgo y fue lo que nos ayudó a salir adelante y a sobrevivir”, dijo Alejandra.

La productora dijo que los cuetones que fabrican son especiales para los agricultores que utilizan esta técnica para tener mejores resultados a la hora de las cosechas.

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