Analistas rechazaron hoy que la recesión sea el escenario más probable para Estados Unidos, aunque aceptaron que la economía muestra signos de debilidad.
“Creemos que el escenario más probable es el de un crecimiento lento, que promedie alrededor de dos por ciento o incluso un poco menos en los siguientes trimestres”, afirmó Joshua Shapiro, economista en jefe de la consultoría sobre economía global MFR, en entrevista con Notimex.
La caída de los principales indicadores accionarios durante la semana pasada despertó el temor de que la economía de Estados Unidos se dirija hacia una nueva recesión, luego que apenas hubiera logrado sortear la iniciada durante el último trimestre de 2008.
El desplome de 512 puntos del índice Dow Jones sucedido el jueves pasado, la mayor caída en más de dos años, reforzó la percepción de que la economía estadunidense había perdido empuje luego que una tímida recuperación se abriera paso durante la segunda mitad de 2010.
El pesimismo había sido sustentado, además, en una seria de negativos informes económicos emitidos durante las últimas semanas.
Los estudios apuntan a una menor confianza y por ende a un menor gasto de los consumidores, a un mercado de la vivienda que no se recupera y cuyos precios se mantienen a la baja, a descensos en la actividad del sector servicios y de la manufactura, y a la escasa generación de empleos.
La caída en el dinamismo de la economía se tradujo en un crecimiento anualizado de la economía de Estados Unidos de 1.3 por ciento durante el segundo trimestre del año, lo que causó que los estimados de expansión para el resto del año fueran disminuidos.
En una nota enviada el viernes pasado, el banco de inversión Goldman Sachs advirtió que había una de tres posibilidades de que Estados Unidos entrara en una recesión, lo que significa que los indicadores sugieren que una etapa de decrecimiento sostenido no es el escenario más probable.
Por su parte, la calificadora Moody’s expresó durante la semana que la probabilidad de una nueva recesión en Estados Unidos es de 40 por ciento, en tanto que hace un mes era posible en tan sólo un 20 por ciento.
Analistas apuntan como una señal de optimismo el informe de empleo del mes de julio, que destaca que la economía generó 117 mil nuevos puestos de trabajo y que la tasa de desempleo pasó de 9.2 a 9.1 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) durante el mes.
Asimismo, subrayan los notables resultados trimestrales corporativos recientes, que en su mayoría han superado las expectativas del mercado y que, si mantienen su actual tendencia, podrían registrar un repunte de 15 por ciento en el año.
Pese a las luminosas señales, la baja en la calificación de la deuda soberana de Estados Unidos, anunciada el viernes por Standard & Poor’s, reavivó el nerviosismo de que la economía del país pudiera declarar una nueva recesión, presionada por un abultado déficit presupuestario.
Ese reto deberá ser resuelto en los próximos meses, cuando congresistas reanuden las negociaciones para disminuir el déficit de largo plazo y para incrementar los ingresos fiscales del gobierno federal.
“El ingrediente más importante es tiempo para que la economía continúe corrigiendo sus enormes excesos presupuestales desarrollados durante la burbuja de los créditos hipotecarios”, enfatizó Shapiro.
Con información de agencias.
