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jueves, marzo 28, 2024

Tensa situación se vive en la comunidad de El Cedro por el aumento de la actividad minera

Guanajuato.- En la comunidad de El Cedro muchos de los habitantes no ven con esperanza el crecimiento de las actividades de la minera Fresnillo, a pesar de que se anuncia que habrá cientos de nuevos empleos; la experiencia es que la actividad minera les ha traído más daños que beneficios y muchos son los que no creen que las cosas cambiarán.

Mina Las Torres. Fotografía: Alfonso Ochoa Tapia.

Hay división evidente entre la gente de la comunidad, lo que reconoce la delegada municipal Rosa María Zárate Hernández, quien ha sido acusada de estar a favor de la empresa minera y no ver por los intereses de la comunidad.

La delegada municipal dice que “sí están muy difíciles las cosas”, y que ella espera que se nombre un nuevo delegado en los próximos días, pues no buscará seguir en el cargo.

“De ratera no me bajan, en una de las últimas reuniones casi me querían linchar, sé que es por la ignorancia de la gente, así no se puede trabajar”, señaló.

Una de las pocas personas que cuestionó el trabajo de la delegada, sin pedir que no se publicara su nombre, fue Gregoria Villanueva, quien dijo que los de la minera dicen una cosa y hacen otra, y la delegada les sigue el juego.

“No van a dar trabajo a la gente de El Cedro, nos hablan bonito para que no protestemos, tenemos años en el abandono y ahora quieren que accedamos a todo lo que piden, como fue el permitir que perforaran en la zona del pueblo”, dijo otra mujer.

Rosa María Zárate. Fotografía: Alfonso Ochoa Tapia.

“La minería causa daños, la empresa tiene la concesión para extraer el mineral del espacio que está bajo el pueblo, la minería es comerse el cerro, nosotros somos dueños de la superficie, no del subsuelo, entonces hay que negociar, y eso es lo que he estado haciendo, pero no en beneficio propio sino de la comunidad”, afirmó Zárate Hernández.

Una de las cosas por las que se critica a Zárate Hernández, es porque se está empedrando y colocando una huella de concreto en uno de los caminos de acceso a la comunidad de El Cedro, pero no el principal, sino un camino que pasa por una orilla del pueblo, donde vive la delegada, y por donde hay actividad muy importante de la minera Fresnillo, pues transitan frecuentemente por ese camino vehículos de la minera, al comunicar el camino la mina conocida como Rampa Siglo XX con las instalaciones de la planta de Las Torres, labores que están en las inmediaciones del pueblo.

“Yo no pedí que se pavimentara ese camino, el proyecto que pensaba se iba a realizar era pavimentar el camino que lleva al corazón del pueblo, pero se decidió que se pavimentara el camino que favorece a la minera, no sé porque se tomó esa decisión, fue la pasada administración municipal”, señaló la delegada municipal.

Lo que es cierto, es que en la comunidad de El Cedro hay desconfianza de los supuestos beneficios que traerá el crecimiento de la actividad minera, pues en ocasiones anteriores las promesas no se han cumplido, como el de dotar de agua de manera permanente a la comunidad, lo que la minera incumplió durante años y que en los últimos meses se regularizó.

Además, El Cedro, después de la bonanza que hubo en la mina de Las Torres en las últimas décadas del siglo pasado, quedó al pie de una gran presa de jales, de lodos de la actividad minera, por lo que muchos de los habitantes del poblado creen que está latente el peligro que la presa se llegue a reventar y arrase con el pueblo.

Una de las personas que aconseja a los habitantes de El Cedro que no se ceda a los intereses de la minera, según información de Gregoria Villanueva, sin exigir que se paguen los daños, es el sacerdote Alejandro Romero, quien oficia en la iglesia del lugar, de la que estaría dañada la estructura por causa de la actividad minera.

Se informó que un número importante de habitantes del viejo poblado minero, trabajan en minas de otros estados, como es Sonora y Chihuahua, pues en la mina de Las Torres no les dan trabajo y el que llegan a ofrecerles es a través de contratistas en condiciones muy desventajosas.

Por ello, porque un número importante de hombres trabajan fuera del pueblo, quienes enfrentan diariamente los problemas que hay en la comunidad, los beneficios y daños que causa la minería, son mujeres.

Lo que sucede en el Cedro, la división de la población a favor y en contra de la actividad minera, es una situación que se ha detectado en otras comunidades del municipio como en La Luz y en El Cubo.

El Cedro está ubicado a cerca de cuatro kilómetros de la ciudad de Guanajuato, a un lado del camino que lleva a otros viejos pueblos mineros como son Peregrina, El Cubo y Rosa de Castilla; cuenta con cerca de 600 habitantes. En junio del año pasado trascendió que la empresa Fresnillo pretendía reubicar el pueblo, porque se presume que el subsuelo donde se ubica el pueblo es rico en oro y plata.

El próximo mes de mayo se supone que habrá un importante número de contrataciones para trabajar en las minas que explota la minera Fresnillo, si no se da empleo a la gente de El Cedro que lo solicite, seguramente que la situación se tensará más, pues no se descarta que las molestias de la actividad minera aumenten, como es el anuncio de que en breve por la actividad minera no se dejará que el camión de transporte público que da el servicio del pueblo a la ciudad llegue hasta el centro de la comunidad.

 

 

 

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