León, Gto. Padres de familia de la preparatoria nocturna de la Universidad de Guanajuato (UG) consideran retirar o no inscribir a sus hijos para el próximo semestre, luego de que las autoridades educativas anunciaron la demolición del auditorio y otras aulas afectadas por el incendio del pasado 11 de noviembre.

El reciente anuncio agrava la incertidumbre sobre el regreso a clases presenciales en el plantel del Centro Histórico, ya que el dictamen estructural concluyó que el edificio dañado no es viable para continuar actividades y deberá ser derrumbado.
“Hay mucha molestia de los padres de familia porque hubo retraso en la entrega del dictamen estructural, y la confirmación del derrumbe que desde cuándo podría realizarse, aunque esté de por medio un estudio técnico que determinó que no era viable el edificio para continuar con las actividades”, comentó la señora Rosa, una madre de familia.
Desde el incendio, los alumnos de sexto semestre han recibido clases en tres sedes habilitadas temporalmente, mientras que los de cuarto y segundo semestre siguen en modalidad a distancia.
Esta situación ha generado frustración y otros problemas emocionales entre estudiantes y padres.
“Muchos papás ya están buscando otra opción. Los chavos quieren clases normales, y parece que el regreso a un solo campus va para largo”, comentó Juan, otro padre consultado.
Además, madres y padres interesados en inscribir a sus hijos para el siguiente ciclo 2025-2026 también expresan dudas, pues no se ha definido si habrá examen de admisión para una sede fija o para las tres actuales.
“No sabemos ni siquiera si el examen será para entrar a una prepa con instalaciones estables o para seguir en esta modalidad híbrida que ni ellos saben cómo va a continuar”, señaló otra madre interesada en el proceso de ingreso.
La Universidad de Guanajuato ha reiterado su intención de que los estudiantes de la también llamada prepa oficial tengan clases totalmente presenciales en una nueva sede, sin embargo, la falta de certezas y la posible ausencia de recursos para reconstrucción han generado preocupación entre las familias.
Por lo pronto, el descontento de los padres podría influir en que varios estudiantes opten por cambiarse de escuela para el siguiente semestre.