Los edulcorantes son sustancias que sustituyen el sabor dulce característico del azúcar, se pueden clasificar según su origen (naturales o artificiales), su contenido calórico (calóricos o no calóricos) o su estructura química (carbohidratos, alcoholes de azúcares o glucósidos). Al existir tantas clasificaciones, es importante comentar que cada uno de ellos debe evaluarse individualmente y hay que evitar realizar generalizaciones sobre sus efectos y seguridad.
La mayoría de los alimentos y bebidas “light” o “sin azúcar” son endulzados con edulcorantes no calóricos, ya que no alteran la glucosa en sangre ni aporta energía, por ello se ha intentado justificar el uso de edulcorantes no calóricos para el control del sobrepeso u obesidad. ¿Pero entonces por ser sin azúcar o light, lo puedo consumir deliberadamente? Existe una gran controversia al respecto, recientes estudios han concluido que el consumo en exceso de estos productos no son tan inocuos y saludables como se pensaba y pueden incluso tener efectos poco claros respecto a la regulación del balance energético, principalmente porque según estudios, algunos edulcorantes alteran tus niveles de leptina (hormona que regula el apetito) ocasionando que sientas más hambre y alterando también tu gusto, creando una dependencia por el sabor dulce. Otra situación bastante estudiada, es que los edulcorantes en exceso, altera el balance de tu microbiota, por lo que puede ocasionar distención abdominal, haciéndote sentir inflamado/a con frecuencia.
El primer consejo que te doy es evitar que los niños lo consuman, por ello puedes encontrar la leyenda precautoria <Contiene edulcorantes, no recomendado en niños> en los productos que los contienen. ¿Por qué? aún se desconocen todos los posibles impactos negativos en la salud de los menores, puesto que no llevan suficiente tiempo en el mercado como para medir sus efectos a largo plazo, pero algo que si se sabe, es que su consumo frecuente, puede ocasionar distención abdominal, gases y/o diarrea.
Dos, el consumir estos productos constantemente desarrolla un gusto por sabores DEMASIADO dulces, lo cual causa que se deforme el gusto y por ende impacte en los hábitos alimenticios, es decir, cada vez será necesario adicionar más edulcorantes o bien, habrá una mayor inclinación de consumir productos con ese sabor.
Tres; el dar por hecho que estas tomando o consumiendo algo sin azúcar, light o cero, puede alterar tu percepción en la elección de opciones saludables, ya que puede generar que tomes en cantidad mayor estos productos edulcorados con la creencia de que son más saludables que un producto más calórico en compensación.
Cuatro, en efecto, el uso moderado de edulcorantes son beneficiosos para la pérdida de peso y control de glucosa, siempre y cuando se esté siguiendo una dieta equilibrada, un estilo de vida saludable, y en las cantidades diarias máximas autorizadas, es decir, su uso moderado será clave en la prevención de los riesgos asociados a estas sustancias.
Ya por último, lee las etiquetas y evita consumir alimentos que contengan como principal ingrediente: maltitol, sucralosa, stevia, sorbitol, steviol, eritritol, aspartame, acesulfame k y/o sacarina.
Me gustaría cerrar con esta pequeña reflexión, me parece que muchas personas buscan la solución definitiva para gozar de salud, ya sea por medio de edulcorantes, productos muy caros, sales especiales, bebidas fermentables, etc. Pero quiero decirte que gozar de una buena nutrición no tiene una receta mágica, es una mezcla de alimentación equilibrada, entre más natural y básica mucho más sencillo llevarlo a cabo de manera definitiva. Te invito a comenzar a realizar pequeños cambios graduales, con los cuales comenzaras a sentirte mejor.
MNC. Daniela Velasco Cantú
Egresada de la Universidad Iberoamericana León. Licenciada en nutrición y ciencia de los alimentos con maestría en nutrición clínica. Miembro activo del Colegio de Nutriólogos de León. ¡Sígueme en Instagram!: how.muchmx
Referencias:
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Soffritti M, Padovani M, Tibaldi E, Falcioni L, Manservisi F, Belpoggi F. The carcinogenic effects of aspartame: the urgent need for regulatory re-evaluation.Am J Ind Med. 2014; 57:383–397. doi: 10.1002/ajim.22296.
Roberts, J.R. The Paradox of Artificial Sweeteners in Managing Obesity. Curr Gastroenterol Rep 17, 1 (2015). https://doi.org/10.1007/s11894-014-0423-z
