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viernes, abril 19, 2024

El asesinato de Colosio, el parteaguas de la violencia en México

León, Guanajuato. Este 23 de marzo se cumplen 25 años del magnicidio que marcó la vida política de México con la muerte del entonces candidato favorito para ocupar la presidencia de la república, Luis Donaldo Colosio Murrieta, un hombre que si bien realizó toda su carrera política en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), siempre tuvo la visión y adoptó la misión de renovar sus bases para hacerlo un partido de mayor certeza y funcionalidad para todos los mexicanos.

El nombre de Luis Donaldo Colosio continúa vigente en la opinión pública del país e incluso el caso de su asesinato ha despertado interés de más de una generación, los jóvenes que cada vez se interesan más por la vida política del país, no pueden pasar de largo este suceso, la vida del político, su ideología y quizá, ¿por qué esta le valió la muerte?

Esto ha sido aprovechado por el servicio streaming Netflix, que justo un día antes del aniversario luctuoso del político, ha despertado la controversia con la serie: ‘Historia de un crimen: Colosio’.  Desde antes de su estreno las reacciones no se han hecho esperar y es que, muchos mexicanos, políticos, figuras públicas que tuvieron la oportunidad e vivir de cerca el suceso o conocer al político, nunca han descartado que la muerte de Colosio, se trato de un “Crimen de Estado”.

La serie de Netflix, documenta mucho más allá de lo que se ha dicho a través de los años, pues por primera vez expone la versión de Diana Laura Rios, viuda de Colosio, que nunca creyó en el esclarecimiento que se le dio al caso con la detención en solitario de Mario Aburto, autor material del asesinato.  A pesar de sufrir una enfermedad terminal, Diana Laura se empeño en buscar la justicia y verdad en la muerte de su esposo y esto es lo que se retrata en la serie, que ha contado incluso con el apoyo de los hijos de Luis Donaldo para dar mayor que los personajes se interpreten de acuerdo a la realidad de sus padres.

“Es oro el acercamiento que tuvimos aunque sea a través de chats, todo lo que me contaron, me conmovió mucho su generosidad y espero con toda el alma que haya hecho honor a su madre”, expresó la actriz a Ventaneando a su paso por la alfombra roja de “Las Niñas Bien”.

Luis Donaldo Colosio

Luis Donaldo Colosio nació en Magdalena de Kino, Sonora, el 10 de febrero de 1950,  desde muy joven comenzó a destacarse en el ámbito académico y social; la poesía, declamación y oratoria eran un talento nato por el que recibió algunos premios.

Economista egresado con honores del Tecnológico de Monterrey, continúo su formación de maestría en  Economía Regional y doctorado en la Universidad de Pensilvania.  Años más tarde desarrollo viajó a Austria donde desarrollo investigaciones en migración, urbanización y desarrollo en México. Fue docente del Colegio de México, la UNAM y la Universidad Anáhuac.

Sus allegados lo describen como una persona de palabra inquebrantable, generoso y con gran sentido de entrega al trabajo.

Vida política

Bajo los colores del PRI al que quería cambiar, Luis Donaldo Colosio Murrieta fue diputado, senador y ostentó varios cargos públicos más. Entre sus trabajos más notorios estuvo la coordinación de la campaña presidencial de Carlos Salinas de Gortari. Además, fue el primer secretario de desarrollo social del país, encargado de ejecutar y administrar el proyecto más importante del ese gobierno, el programa “Solidaridad”.

Al frente del Revolucionario Institucional, Colosio trabajo para modificar las bases del PRI desde el fondo y eliminando el corporativismo, para dar paso a procesos de verdadera democracia y candidaturas en base a competencias.

Siendo el candidato que encabezaba las preferencias del pueblo mexicano para ocupar la presidencia, Colosio mantuvo en su discurso el objetivo firme de reestructurar al PRI y unos días antes de su asesinato, reconoció públicamente la responsabilidad de su partido en los casos de corrupción, impunidad y abuso de poder que permeaban en México.

El asesinato, ¿crimen de Estado?

Finalizaba un mitin en Lomas Taurinas, Tijuana, el 23 de marzo de 1994, cuando de entre los asistentes un hombre se acercó al entonces candidato oficialista a la presidencia, Luis Donaldo Colosio, y puso una pistola cerca de su cabeza para darle uno de los disparos que más tarde le causarían la muerte, junto con otro impacto en el abdomen.

En la movilización se logró aprender al presunto homicida, Mario Aburto, que era entonces un hombre de 24 años, y para el que ahora, sus padres han mandado una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador, solicitándole reabrir el caso.  AMLO, ha declarado que es importante seguir investigando.

“Se dice que cuando se trata de crímenes de Estado siempre hay complicaciones para conocer la verdad, pero hay que indagar, hay que insistir, que esto no quede impune en caso de que se tratara de un crimen de Estado” expreso el mandatario.

Esta exigencia de justicia y esclarecimiento la hizo también hace 15 años el padre de Luis Donaldo, en una entrevista con la revista proceso a quienes dijo:

“Las investigaciones y las conclusiones a las que llegó el último fiscal -con el argumento pseudocientífico de la posición en que cayó el cuerpo, la ubicación del sol en esos momentos y los grados de la sombra-, en el mamotreto que entregó, a nadie convencieron. En lugar de llamar la atención o de hacer reflexionar, daban risa; fue sólo para salir del paso, para decir: “Se cierra el caso, y queda abierto, de acuerdo con la Constitución, durante un determinado número de años por si hay un nuevo punto de partida para realizar una nueva línea de investigación” A eso se redujo”.

Entre los temas que han expuesto una probable responsabilidad de Estado en el asesinato, las diferentes teorías coinciden en la difícil relación que existía entre Colosio y el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, mismas que fueron expuestas en 1995, cuando se publicó una misiva que el mismo Ernesto Zedillo, como coordinador de campaña, entregó a Colosio días antes de su muerte.

“Debe establecerse clara y precisamente una alianza política con el Señor Presidente es una recomendación elemental, yo diría de libro de texto, de estrategia política”, decía la carta.

El inicio de la violencia en México

Para muchos, el asesinato de Colosio fue el parteaguas no solo de la vida política mexicana, sino también en el recrudecimiento de la violencia. Agustín Basave, expresidente del PRD, declaró para la BBC que con el ataque al candidato “se mando el mensaje de que todo se vale, estoy seguro que allí empezó la espiral de violencia que hoy nos tiene donde nos tiene”.

En septiembre del mismo en que murió Colosio, también fue asesinado el secretario general del PRI, Francisco Ruiz Massieu. Esta crisis de la política y economía mexicana que continuó desarrollándose en los subsecuente, fue llamada en México “El error de diciembre” y “El efecto tequila” a nivel internacional.

En esta crisis miles de mexicanos perdieron su sustento. Para 1996, el INEGI reveló que el Índice de Personas en Pobreza Patrimonial alcanzó el 69% de la población.

1995 se produjo el asesinato de 17 campesinos en Guerrero a manos de la policía estatal, dando origen al Ejército Popular Revolucionario, un movimiento armado de guerrilleros.

A la par, el Ejército Zapatista Liberación Nacional, que ya se había levantado en armas, denunció el hostigamiento de paramilitares en Chiapas.   Para 1997, 45 indígenas fueron asesinados en Acteal, lo que dio pie a la creación del Sistema Nacional de Seguridad Pública para medir oficialmente los índices de violencia.

Con una tendencia creciente en el numero de homicidios, surgen ‘Los Zetas’ un grupo de 40 elementos exmilitares de élite, que originalmente eran el brazo armado del ‘Cártel del Golfo’.

Después del mensaje enviado por el asesinato de Colosio, la política mexicana se volvió vulnerable a la delincuencia que se adentraba en sus corporaciones, como sucedió con Jesús Gutiérrez Rebollo, el general jefe del Instituto Nacional para el Combate a las Drogas, que más tarde fue detenido por sus nexos con el apodado “señor de los cielos”.  Como este caso, vinieron los de varios funcionarios, gobernadores, secretarios, muchos sin castigo ante la justicia.

 

 

 

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