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jueves, marzo 28, 2024

En Finisterre, Coahuila, no acaba el mundo pero sí la vida. Arsénico contamina su agua hace 37 años

Por Jesús Peña

Coahuila, (Vanguardia).– Mientras cuenta los muertos, Doña Mati camina a paso lento por las calles polvorientas y sofocantes de Finisterre, una localidad del municipio Francisco I. Madero, en Coahuila.

Esas ruinas, dice, y señala una choza de adobe en el centro del poblado, eran la casa de una señora que ya falleció.

Le amputaron las piernas, a raíz de lo del hidroarsenicismo, porque el arsénico es como una termita que se aloja en las extremidades.

Se llamaba Gabina García.

En la casa verde vivía un matrimonio: el señor Telésforo López y su esposa, la señora Julia Rodríguez Nery.

En el olvido, los filtros en estas condiciones son un monumento a la estupidez humana, señalaron los especialistas. Fotos: Marco Medina y Jesús Peña, Vanguardia

Hace un año, o año y medio, que murieron.

Tenían manchas en la piel.

También la señora María Sandoval Casillas, esa que vivía allá, por las galeras. A ella la hicieron una biopsia porque ya le supuraban las manchas y despedían fétidos olores. Padecía de cáncer. Se murió. Y en la casa aquella que está por el panteón, ésa que ya se está cayendo, vivía don J, Manuel Donato Mejía.

Aquel viejito que tenía el cuerpo todo lleno de manchas cafés y negras, una sobre la otra. Ya murió.

“Él me decía, ‘ay muchacha, tú todos los días vienes a verme, pero va a haber un día en que ya no me vas a encontrar’, y desgraciadamente así fue. Dios nuestro Señor bajó la mano y se lo llevó a su lado”, dice doña Mati por no decir que el cáncer de piel que le resultó a don Manuel de tomar agua contaminada con arsénico durante años, lo mató.

Y aunque las autoridades aseguran que el hidroarsenicismo en Finisterre, como en el resto de la Región Lagunera, ya no es tanto, doña Mati no lo cree.

Hace algunos años que a ella también empezaron a brotarle unas machas cafés en la espalda.

La doctora le dijo que podía ser a raíz del agua que consumían en Finisterre.

Con base en un reporte emitido por la Comisión Estatal de Aguas y Saneamiento, en la Laguna de Coahuila se instalaron 29 plantas potabilizadoras para remoción de arsénico a pie de pozo, con una inversión de 267 millones 976 mil 074 pesos. Fotos: Marco Medina y Jesús Peña, Vanguardia

Matilde Suárez Rivera, la asistente de salud de Finisterre –el lugar donde termina la tierra o el munco–, famoso por su agua con altas concentraciones de arsénico, llegó aquí hace 37 años, cuando la gente tomaba agua, o mejor dicho arsénico, de una vieja noria que está a la salida de la comunidad.

Mati lo cuenta en el solar de su casa de Finisterre, se sube la blusa por la espalda y enseña unas manchas parduzcas como continentes que se extienden a lo largo de su espinazo.

La señal inequívoca y fatal del cáncer.

También a don Eusebio López Bernal, el anciano que vive al lado de la casa de doña Mati, le han salido ya manchas en la espalda; y a don Martín López, el esposo de Rosy, ese que vive en la casa aquella pasando la carretera.

“Yo digo que ésa es y debe ser la prioridad del Gobierno del Estado, del Gobierno Federal, del Municipal, de poner atención en las cuestiones de salud”, dice doña Mati.

Historias como éstas abundan en todos los rincones de la Comarca Lagunera, sin que las autoridades de los diferentes niveles de Gobierno hagan algo para solucionar, de manera eficiente, el problema del hidroarsenicismo en esta comarca, ocasionado por la sobreexplotación de los mantos acuíferos.

Ejemplo de ello son las llamadas plantas potabilizadoras para la remoción de arsénico a pie de pozo, también llamadas filtros antiarsénico, que fueron avalados por el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), instaladas a instancias de la Conagua y entregadas a los sistemas de agua municipales en la zona urbana y rural de Torreón, Madero, Matamoros y Viesca, Coahuila a principios de esta década, y algunas de las cuales se encuentran sin funcionar y en total abandono.

Es en cada gota donde el veneno está presente. Así viven, y vivirán los habitantes de Torreón. Fotos: Marco Medina y Jesús Peña, Vanguardia

Con base en un reporte emitido por la Comisión Estatal de Aguas y Saneamiento, en la Laguna de Coahuila se instalaron 29 plantas potabilizadoras para remoción de arsénico a pie de pozo, con una inversión de 267 millones 976 mil 074 pesos.

En una visita realizada por SEMANARIO a 12 de las 29 plantas que costaron el erario entre 5 y 12 millones de pesos, se pudo constatar el olvido y, en algunos casos, el deterioro que presentan estas obras.

Juan Carlos Parga Torres, presidente del Comité Ciudadano por la Calidad y Cantidad del Agua en la Laguna, calificó este hecho como “un gran fraude en contra de la salud de los habitantes de la Región Lagunera”.

Es el caso de la planta ubicada en el pozo 79 que se localiza en el Fraccionamiento Lagos, de Torreón.

Estos filtros metálicos lucen completamente oxidados, convertidos en chatarra, en fierro viejo. Son como cilindros parecidos a cohetes espaciales, que deberían estar conectados mediante tubería al pozo que abastece a esta colonia para limpiar el agua de arsénico.

De acuerdo con datos obtenidos mediante la solicitud de información 00517219 hecha a la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento (Ceas), en este filtro para la eliminación de arsénico, cuyo órgano ejecutor fue la Conagua y que según el inventario de la Ceas ya está terminado, se erogaron 8 millones 16 mil 895 pesos.

ALERTA: ¿Qué dicen los últimos estudios?

RIESGO MORTAL

La Universidad Juárez del Estado de Durango reveló con un estudio cómo el arsénico provoca una oxidación de las células del ADN

BEBER AGUA CON ARSÉNICO

Provoca infertilidad, deficiencias del desarrollo, afecciones neurológicas, asma y de problemas crónicos pulmonares

OTRAS CONSECUENCIAS

Favorece la aparición de obesidad o aumenta el riesgo de ser obeso y de ser diabético, porque altera el metabolismo

Aquí cabe señalar que el Fraccionamiento Lagos se encuentra en una zona de Torreón donde las concentraciones de arsénico han alcanzado por años los 0.045 o 0.050 microgramos de arsénico por litro, las más altas de toda la ciudad, superando casi al doble los 0.025 microgramos por litro que establece la Norma Oficial Mexicana NOM-250-SSA1-2014.

Entrevistado al respecto Mauro González Montoya, gerente técnico de SIMAS Rural, órgano del Gobierno del estado responsable de la operación de ésta y otras plantas en localidades de Torreón, Matamoros y Viesca, señaló que en su jurisdicción existen otros dos casos de filtros cuyos trabajos han quedado inconclusos y las obras abandonadas: uno en el Ejido Ana y otro en la comunidad de Venustiano Carranza, municipio de Viesca.

En los setentas y ochentas se dio la incidencia de cáncer de piel y de pie negro, con amputaciones, y se concluyó que se debía al arsénico. Fotos: Marco Medina y Jesús Peña, Vanguardia

“Tenemos aquí unos filtros que nos dejaron empezados y ya no volvieron. Uno en el pozo del Ejido Ana, el del pozo Lagos y otro en Viesca, esos tres. Que iban a instalar los filtros y no, los dejaron empezados nada más. Por ejemplo en el Ejido Ana empezaron las excavaciones, llevaron material, varilla y todo para iniciar con las planchas, los desplantes y ya, hasta ahí. En el pozo Lagos pusieron unos tanques, hicieron una caseta y fue todo. En Viesca empezaron a hacer excavaciones, pero nada más”.

¿Cuándo iniciaron estos trabajos?

A principios de 2018, de repente ya no volvió nadie, ya no vimos a nadie… Les avisé a los de CNA y dijeron que iban a ver qué había pasado con los contratistas, pero nada.

Una de las plantas que permanecen en calidad de elefante blanco en medio de la nada, es la situada a la salida de Francisco I. Madero, Coahuila, justo a la orilla de la carretera que va a San Pedro de las Colonias, en el pozo llamado Caballo Blanco, cuya inversión, según cifras oficiales, fue de 6 millones 605 mil 965 pesos.

Este filtro no está conectado a la red y en sus instalaciones, resguardadas con malla ciclónica, tampoco se observan vigilantes ni personas operando el sistema nombrado de filtración directa con cloruro férrico.

SEMANARIO buscó a Abel Ramírez, el gerente general de SIMAS Madero, para que diera su versión sobre el estado de cosas que guardan las cinco plantas potabilizadoras para remoción de arsénico que fueron instaladas en este municipio con autorización de la Conagua y cuyo valor supera los 45 millones de pesos:

Los filtros de arsénico no los estamos usando. Desde que llegamos la instalación ha estado mal hecha…. A parte los consumos excesivos de electricidad…

¿Por qué?

Al momento de usar los filtros usamos otros motores, los cuales nos van a causar más consumo de electricidad.

¿Y con qué están eliminando el arsénico de Madero entonces?

Cloramos el agua…

Lo mismo sucede con las plantas establecidas en los pozos 3 y 4 de Matamoros, Coahuila, que a más de un año de haberse construido están inconclusas y sin funcionar.

Pese a que históricamente los análisis del agua de estos pozos, realizados por el propio SIMAS, han arrojado concentraciones de arsénico de hasta 0.050 microgramos por litro, cantidad que duplica lo permitido por la norma; en este proyecto de los filtros colocados en los pozos 3 y 4, ubicados en el área urbana de Matamoros, se gastaron recursos por el orden de los 8 millones 130 mil 482 pesos y 11 millones 367 mil 557 pesos, respectivamente.

“Nomás se vinieron a tomar la foto y ya no volvieron, ái nomás dejaron”, dijo un vecino del lugar durante la visita de SEMANARIO al pozo 4.

Tampoco en estas plantas se observó a gente trabajando en la operación de los filtros, pero sí, en el caso del pozo 4, a dos trabajadores bebiendo cerveza acompañados de una mujer.

Rogelio Ayup, el gerente general de SIMAS Matamoros, aclaró que ambas plantas, cuya construcción data de unos ocho meses, registran ya un avance de 90 por ciento.

Sin embargo, dijo desconocer la fecha exacta en que las obras serán entregadas por la Conagua a este organismo operador.

“No están en funciones todavía y como lleva los filtros, bardeado del área, unas pilas, entonces sí es un trabajo laborioso. Esos trabajos los hizo la CNA y entonces ellos mandan a la empresa, le empresa empieza a construirlos, yo no tengo fecha de entrega. Queremos suponer que en un mes, dos meses ya puedan estar funcionando los filtros adecuadamente y creo que en este año nos libramos del arsénico”.

Con relación a los pozos que abastecen de agua a las colonias Senderos y Zacatecas de Torreón, se pudo constatar que las plantas para remoción de arsénico se encuentran inactivas.

Empleados del SIMAS, que al momento de la vista de SEMANARIO se encontraban al interior de las plantas afirmaron que los filtros están sin operar, dijeron ignorar la causa.

Dulce Pereda, Síndica del municipio de Torreón, declaró que esta situación se debe principalmente a la falta de mantenimiento de los filtros antiarsénico por parte de los organismos operadores, en este caso el SIMAS Torreón.

“Si no le dan mantenimiento adecuado a la bomba, mucho menos les están dando a los filtros de arsénico. Y al no darle mantenimiento a estos filtros obviamente no estás previniendo el arsénico”, declaró.

Es de destacar que el sector Senderos se ha caracterizado por ser una de las zonas de Torreón cuyas aguas han llegado a niveles de contaminación de 0,045 y 0.050 microgramos de arsénico por litro, 100 por ciento más de lo permitido.

Durante los recorridos efectuados por SEMANARIO, en varias visitas a municipios de la Laguna de Coahuila, realizadas en el lapso de dos meses, se pudo observar que en el caso de colonias como Compresor, Lucio Blanco y el Ejido Paso del Águila, asentadas en el área urbana y rural de Torreón, los filtros se encuentran parados y bajo candado dentro de los predios del SIMAS donde se localizan los pozos.

Por su parte Antonio Nerio Maltos, director general de la Comisión Estatal de Aguas y Saneamiento de Coahuila, reconoció que no todos los filtros para la eliminación de arsénico instalados en la Laguna de Coahuila están operando. Fotos: Marco Medina y Jesús Peña, Vanguardia

Pasa igual con el pozo 32 – R, ubicado por la Plaza Jumbo, frente al Parque Industrial Oriente, y en el que se gastaron 11 millones 622 mil 386 pesos.

Un vecino del sector informó que hace más de un año en este pozo no hay ni velador.

Cuestionado sobre el caso de la planta instalada en el Ejido Paso del Águila, Mauro González Montoya, gerente técnico del SIMAS Rural, dijo que los paros de este filtro, que lleva operando alrededor de dos años, se deben a los constante robos de que es objeto, con todo y que hay vigilante.

“Es que la otra vez nos robaron casi todo ahí y luego ya ves que es electrónico, batallamos mucho para volver a reparar”.

Y aclaró que en época de invierno el pozo normalmente está parado, “porque nos sobra gasto. Ya se llega el calor y lo echamos a funcionar. A lo mejor el pozo estaba parado cuando fueron ustedes”, explicó.

¿Dice que el pozo es poco gasto?

En Paso del Águila son pozos que dan poco gasto. Los filtros se deben de ubicar en un pozo donde… Y los filtros es una inversión muy fuerte. Hay que hacer un estudio bien hecho, completo, para que sea costeable poner filtros. A lo mejor nosotros pensamos hacer una reposición de ese pozo… Hacemos la reposición ¿y los filtros?

SEMANARIO buscó por más de un mes a Óscar Gutiérrez Santana, el director general del organismos Cuencas Centrales del Norte, para que hablara de las condiciones actuales de los filtros.

Estos filtros metálicos lucen completamente oxidados, convertidos en chatarra, en fierro viejo. Son como cilindros parecidos a cohetes espaciales, que deberían estar conectados mediante tubería al pozo que abastece a esta colonia para limpiar el agua de arsénico. Fotos: Marco Medina y Jesús Peña, Vanguardia

“La agenda del ingeniero está bastante cargadita. En cuanto tenga instrucción yo me comunico con usted”, dijo Guadalupe Saldívar, la vocera de este organismo, en la última comunicación sostenida el pasado 11 de junio.

¿Cuándo prevé que podrá atendernos?

No sabría decirle. Es información que los directores no traen bajo la manga.

SEMANARIO buscó también durante casi un mes a Juan José Gómez, el gerente general del SIMAS Torreón, para que diera su versión en torno a los problemas que enfrenta el proyecto de los filtros antiarsénico en Torreón.

Hasta el cierre de esta edición no se había reportado.

Por su parte Antonio Nerio Maltos, director general de la Comisión Estatal de Aguas y Saneamiento de Coahuila, reconoció que no todos los filtros para la eliminación de arsénico instalados en la Laguna de Coahuila están operando.

“Hay algunos que probablemente requieran mantenimiento, hay algunos que, quizá por los costos operativos, dejaron de funcionar y el SIMAS decidió trabajar únicamente con otros pozos que no tuvieran problemas de arsénico”.

¿Cuánto representa en dinero la operación de los filtros?

No tengo el dato exacto, pero sabemos que es costosa porque tenemos mucha relación con los sistemas operadores y de por sí el gasto en energía eléctrica ya casi alcanza el 90 por ciento de su presupuesto en algunos casos, con estas plantas se incrementa aún más. Es lo que escuchamos de ellos y es donde buscamos colaborar directamente ante Comisión Federal de Electricidad, pero también con algunos esquemas de inversión en páneles solares…”.

También a don Eusebio López Bernal, el anciano que vive al lado de la casa de doña Mati, le han salido ya manchas en la espalda; y a don Martín López, el esposo de Rosy, ese que vive en la casa aquella pasando la carretera. Fotos: Marco Medina y Jesús Peña, Vanguardia

Nerio Maltos subrayó que esta tecnología, avalada por el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, ha resultado efectiva en la eliminación de arsénico de los pozos donde se encuentra instalada.

“Sí, donde están funcionando los filtros el agua cumple los parámetros aceptables”.

Fernando Ulises Adame de León, doctor en biología molecular, con 30 años de experiencia en el tema del arsénico, advirtió que si no se toman acciones adecuadas para solucionar el problema del hidroarsenicismo en la Comarca Lagunera, no solamente seguirán los daños ocasionados por el consumo de arsénico, como la gran incidencia de cáncer que existe en la región, sino que se van a desencadenar problemas de cadmio, flúor y boro en el agua.

“Ya hay muchos problemas de deformaciones óseas, de alergias, de cáncer”, dijo.

Aunque la Secretaría de Salud no cuenta con estadísticas sobre enfermedades y muertes provocadas por el hidroarsenicismo en la Laguna de Coahuila.

“Hay muchas muertes que se dan en las comunidades, en los ejidos donde solamente se murió y lo enterraron. Hay poca, muy poca información al respecto”.

Sin embargo, Adame de León detalló que La Laguna es un referente mundial de la presencia de cáncer, asociado con el consumo de metales pesados.

“Métase en al buscador de Google y pregunte sobre los temas asociados con el arsénico, con el cadmio, con el flúor y le va a aparecer como referencia la Comarca Lagunera. A nivel mundial la Comarca Lagunera es un foco donde ocurren esos problemas. No somos la única zona, pero tampoco es un orgullo”, dijo.

Y declaró que las plantas potabilizadoras para la remoción de arsénico a pie de pozo, pronto resultarán insuficientes porque el agua del acuífero ya no es tan abundante.

“Los pozos hay que reponerlos constantemente porque se abaten, ¿para qué quiere usted un filtro en un pozo que ya no tiene agua?”.

Jorge Antonio Espinoza Femmat, médico cirujano, doctorado en Medicina Molecular y maestro investigador de la Universidad Juárez del Estado de Durango, dijo que hoy más que nunca se requiere un trabajo conjunto entre las fuerza políticas, las fuerzas académicas y la población en general, para resolver el problema del arsénico en la Laguna.

“Por más que nosotros descubramos el hilo negro y sepamos cuál es el problema del arsénico, si no hay un esfuerzo conjunto no va a haber una solución”.

Jesús Burciaga, médico general, estudioso del tema del arsénico desde la década de los setentas, lamentó que a pesar de que ya se ha dicho demasiado sobre los efectos del consumo de este metaloide en la salud humana, no se ha hecho nada.

“Hay antecedentes en la Laguna desde 1958, de las consecuencias en la salud por la exposición al arsénico, al plomo, al cadmio y el problema es que no pasa nada”.

En tanto las manchas en la espalda de doña Mati, la asistente de salud del pueblo de Finisterre, siguen creciendo y creciendo, hasta que un día, como a sus vecinos, en el pueblo no la vuelvan a ver…

“Un gran fraude en contra de la salud de los habitantes de la Región Lagunera (El abandono de las plantas tratadoras)”.

Juan Carlos Parga Torres, presidente del Comité Ciudadano por la Calidad y Cantidad del Agua en la Laguna

“Si no le dan mantenimiento adecuado a la bomba, mucho menos les están dando a los filtros de arsénico. Y al no darle mantenimiento a estos filtros obviamente no estás previniendo el arsénico”.

Dulce Pereda, Síndica del municipio de Torreón

100 por ciento más del arsénico permitido son los niveles de contaminación de 0,045 y 0.050 microgramos de arsénico por litro

29 plantas potabilizadoras para remoción de arsénico a pie de pozo, con una inversión de 267 millones 976 mil 074 pesos.

12 de 29 plantas que costaron al erario público entre 5 y 12 millones de pesos, están en el olvido y deterioro

PARA LA HISTORIA

Desde 1958 existen en la Laguna antecedentes de cáncer de vejiga, pulmón, hígado, colón, a consecuencia del hodroarsenicismo.

En los setentas y ochentas se dio la incidencia de cáncer de piel y de pie negro, con amputaciones, y se concluyó que se debía al arsénico.

En torno al método de filtración directa con cloruro férrico e hipoclorito de sodio, recomendado por IMTA y utilizado en las plantas potabilizadoras para la remoción de arsénico a pie de pozo instalas en la Región Lagunera, Jesús Guadalupe Moreno Rodríguez, experto en el tema del agua, advirtió que esta tecnología es nociva para la salud humana.

“Yo les puedo demostrar que esta tecnología es una ocurrencia. El hipoclorito de sodio es cloro activo, muy oxidante. oxida al cloro y ese cloro que va ahí, cuando la gente lo consume y se topa en el estómago con la materia orgánica, se vuelve triahalometano”.

El trihalometano, asegura Morano Rodríguez, es un cancerígeno que resulta mil veces más peligroso que el arsénico.

“¿Qué hacemos con el agua que usamos para la ducha?, esa agua que salió de los filtros esos de cloruro férrico va rica en halógenos, llega al drenaje y se vuele a topar con la materia orgánica y ahí se vuelve trihalometano”.

El trihalometano, explica, es volátil y sale por las alcantarillas. Hay un cancerígeno en el ambiente. “Esa máquinas van a quedar como monumento a la corrupción, a la ignorancia y a la estupidez humana”, dice y recuerda que la electrocoagulación, método basado en el uso de corriente eléctrica, es la alternativa más barata y que además no tiene agua de rechazo, porque no usa reactivos químicos.

Alejandra Martín Domínguez, tecnóloga del agua adscrita al IMTA, declaró que los sistemas a pie de pozo que cuentan con la tecnología de filtración directa, están avalados por la OPS y la OMS.Y añadió que dicho método es el más económico, el más fácil de operar y el que permitía remover el arsénico.

Cuestionada sobre si el método de filtración directa es dañino para la salud, Martín Domínguez subrayó: “No es cierto. El hierro ni siquiera es un contaminante que esté considerado dentro de las normas por daños a la salud. Los cloruros… ¿Usted no toma cloruro de sodio que se llama sal?”. Aparte, detalló Alejandra Martín, la cantidad que se agrega es tan pequeña que ni siquiera contabiliza fuera de la norma los cloruros. Y el hierro se queda en los lodos, se precipita.

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