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viernes, abril 26, 2024

En memoria de asesinados en anexo, ofician misa en parroquia de Arandas

Irapuato, Gto. El sacerdote habló de perdón, mientras que familias aunque saben que no habrá nada que les devuelva a sus hijos, padres, hermanos, y esposos que fueron asesinados en el anexo ‘Buscando el camino a mi recuperación’, para pedir que no se quede impune la masacre que se registró hace ya un año.

Foto: Laura Villafaña.

Con una misa en la parroquia de la comunidad Arandas, los familiares, amigos y vecinos recordaron a 13 de 27 internos que perdieron la vida.

Llovía y oscurecía al mismo tiempo, pero esto no impidió que más de cien personas, entre hombres,
mujeres, jóvenes y niños llegaran al recinto, incluso desde antes de que se escuchara el repicar de las campanas.

Hubo quienes vestían playeras con la fotografía estampada de su familiar, y un retrato enmarcado entre sus brazos, que llevaron hasta el altar. Sus miradas estaban tristes.

Foto: Laura Villafaña.

Además, el coro lo integraron jóvenes mujeres y hombres.

“Estoy consciente queridos hermanos que yo no estaba aquí en Arandas cuando pasó este acontecimiento que hoy permite que nos reunamos para el encuentro con Dios, pero es evidente, lo digo por mí, que si me pasara una cosa así, es evidente que me costaría mucho trabajo perdonar a quienes hicieron esto (…), las causas, los motivos, o lo que sea el hecho es que mataron a mi hijo , hermano, esposo no sé parentesco puedan tener pero lo mataron y me lo mataron estando en un proceso intenso de recuperación, de recuperarse él mismo, sabedor de que tiene límites, y tiene debilidades y estaban en un proceso de ir superándose y ahí llegó el maligno, Dios no se los llevó.

Muchos sentimientos que hemos tenido este año no han sido de aprecio, de comprensión, a lo mejor han sido de rechazo, de molestia, a lo mejor en algún caso deseo de venganza o algo así , no, no lo permitan”.

La misa terminó y las familias rompieron en llanto, se abrazaron, se negaban a abandonar la parroquia.

Foto:Laura Villafaña.

Finalmente se dirigieron al altar, y tomaron sus retratos.

“Yo no puedo hablar, siento mucho dolor y no puedo hablar”, dijo un joven, que no podía contener su llanto.

Pocas familias querían hablar, es el caso de una mujer que por la mañana llevó flores a la casa, donde le arrebataron la vida a su esposo Mario, él apenas tenía un mes en rehabilitación.

“Ya nada me va a devolver la vida de mi hijo, lo perdí ” dijo la madre de Marco Antonio de 31 años, quien señaló que no ha asistido a las audiencias ni tampoco ha estado al tanto de la investigación del caso.

Ella asegura que no llegará la justicia, pues nunca hacen nada las autoridades.

“Matan y matan y quedan impunes las muertes”, dijo
Una vecina de la comunidad que asistió a misa por todos los jóvenes, los conocía pues señaló que
pertenecían a Arandas y aún vivió este jueves como aquel primero de julio.

El más cercano de las víctimas que conocía era Jesús Eduardo, quién estaba por cumplir 17 años.
Destacó que a un año de la masacre, se sienten igual de inseguros.

Cabe señalar que hace un año, hombres armados ingresaron al anexo, y privaron de la vida a 27 internos.

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