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miércoles, abril 24, 2024

Familia exige a la FGE exhumar y entregar el cuerpo de Rafael, localizado desde hace once meses

Irapuato, Gto. Familia exige a la Fiscalía General del Estado (FGE) que les entreguen el cuerpo de Rafael Vázquez Bello, localizado en las fosas de la comunidad San Antonio El Rico desde diciembre pasado.

Su hermana, Elizabeth Rodríguez Bello señaló que después de un año desaparecido y de cuatro pruebas de ADN que la Fiscalía les ha pedido, la razón para para no exhumar los restos que actualmente se encuentran en una fosa común del Panteón Municipal, es que un juez tiene que ordenarlo, lo que podría tardar hasta dos meses.

“Me están reteniendo mi hermano en una fosa común, el motivo es que están esperando que el juez dé la orden de sacarlo. Lo que a mí se me hace muy injusto porque ellos ya tuvieron 11 meses con mi hermano en esa gaveta y no es justo que me lo retengan un día más.

Quiero que me entreguen a mi hermano y que se le haga justicia, justicia porque yo entregué nombres, entregué direcciones de personas implicadas y no se hizo nada, se sentaron a hacer nada, quiero justicia para Jorge Rafael Vázquez Bello y quiero que su nombre y su cara y su rostro nunca se olvide ni tampoco del mío y el de mi familia”.

La mujer relató que Jorge Rafael desapareció el 29 de agosto del 2019. Él estaba en su casa cuando un comando armado ingresó y lo privó de su libertad.

“Se metieron a la casa, lo golpearon, lo sangraron, se tomaron fotos y se lo llevaron amarrado con cinta en la cabeza y desde entonces no hemos sabido nada de él”.

Junto a ocho cuerpos estaba el de Jorge Rafael dentro de una fosa clandestina localizada en la comunidad San Antonio El Rico el 11 de diciembre del año pasado.

Sin embargo, fue hasta esta semana, que de acuerdo con Elizabeth Rodríguez se les notificó de su localización con la explicación de que la Fiscalía tenía mucho trabajo.

“Una excusa que no compró, ¿porque ellos tienen que esperarse después de tanto a tiempo a decir, es tu hermano?”

Y es que también les hicieron saber que al momento de su localización tenía de siete a diez días de haber fallecido.

“No soy forense pero un cuerpo no se deshace en ese poco tiempo, ni su ropa, ni sus tatuajes que estaban ahí y, yo miré un tatuaje de mi hermano y en la declaración que yo di, mi madre y mi cuñada les dimos detalles de tatuajes que tenía y el ADN de mi madre”.

Durante el año de la desaparición, se tomó cuatro veces pruebas de ADN

Rodríguez Bello expuso que la familia se sometió a pruebas de ADN cuatro veces, dos veces acudió la mamá, posteriormente las dos hijas de su hermano.

Relató que la primera vez se denunció y se tomó la muestra de ADN de su mamá, pero tres meses después cuando ella se comunicó desde California, Estados Unidos, donde reside, le dijeron que se habían extraviado las tomas, pero tampoco había carpeta de investigación.

“A él se lo llevaron un viernes 29, el 30 le llamó a ella (su mamá) y le dije vete a la Fiscalía. Nosotros estábamos en California y ellos le dijeron no puedes ponerla tienen que pasar 72 horas. Yo me enojé, no era un menor de edad que se fue con una novia, es un hombre que fue sacado a la fuerza, golpeado, él está desaparecido fue secuestrado, por qué querían que pasaran 72 horas”.

Tras regresar del país vecino, ella acompañó a su madre a interponer la denuncia, la aceptaron en ese momento y luego de comunicarse tampoco había carpeta de investigación.

“Después de tres meses, ¡válgame señor!, no lo buscaron, se hizo un reporte y se la pasaron sino es porque llamo y me dicen que no había una carpeta”, dijo.

En noviembre se abrió la carpeta de investigación

Elizabeth Rodríguez señala que la cuarta vez que se hicieron pruebas de ADN fue hace tres semanas y fue el miércoles que finalmente les informó la Fiscalía que ya lo habían encontrado.

“Él tiene derecho a que su familia lo entierre donde nosotros queramos, no dónde ellos quieren tenerlo. Tenemos derecho a darle sepultura con su familia, sus hermanas, sus hermanos, sus hijas, con su madre, llorarle y llevarle flores, yo tengo el derecho, mi madre tiene derecho”.

No obstante, la licenciada de la Agencia de Homicidios, a quien identificaron como Jazmín, les dijo que la decisión del juez de exhumar el cuerpo puede tardar hasta dos meses.

La mujer ha viajado cuatro veces desde Estados Unidos a más de un año de la desaparición de su hermano, para buscar información, misma que pedía cada semana, y cuya respuesta siempre era que el caso y el ADN lo habían enviado a las fiscalías del país.

“Me da coraje, rabia que yo los llamaba y ellos sentados para decirme que once meses después supieron que un desconocido era mi hermano, no es justo para mí, para ninguna otra familia, tenemos derechos”, finalizó.

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