León, Gto. A casi seis años de la explosión que cobró la vida de tres jóvenes en un departamento rentado en Guanajuato capital, los familiares de las víctimas insisten en que Samsung debe asumir la responsabilidad por los hechos, presuntamente ocasionados por el sobrecalentamiento de la batería de un celular Galaxy S3.
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Laura Elizabeth Plascencia, madre de Elías Ascary Marún Plascencia, uno de los fallecidos, narró los momentos de angustia tras enterarse del incidente, ocurrido el 18 de marzo de 2019, hace cinco años y ocho meses.
La mujer narró que su hijo, originario de San Francisco del Rincón, Guanajuato; junto con Marcela Villarreal Segovia, de Saltillo, Coahuila; y María Fernanda Meneses, de Acapulco, Guerrero; celebraba el fin de su carrera universitaria cuando ocurrió el incendio, en el inmueble ubicado en la colonia Tepetata.
Según los primeros reportes que se iniciaron en la carpeta de investigación 28210/2019 de la Fiscalía General del Estado de Guanajuato, el siniestro se debió al sobrecalentamiento de la batería de un Samsung Galaxy S3, descartándose fallas en las instalaciones eléctricas o de gas, en el lugar.
“En el Ministerio Público en Guanajuato hicieron las investigaciones y según los testimonios y peritos de la Fiscalía dijeron que la única causa de los hechos fue el calentamiento de la pila de un teléfono celular que hizo que salieran gases y se produjera tremenda explosión incompleta o con efecto fractal”, comentó Laura Elizabeth.
Elías Ascary, de 22 años, logró contactar a su familia antes de perder el conocimiento debido a la intoxicación por gases, relató su madre.
Aunque el joven Elías Ascary fue trasladado en helicóptero junto con María Fernanda, de 21 años y Marcela Villarreal, de 23 años; a un hospital especializado en quemaduras en Salamanca, desafortunadamente los tres fallecieron.
María perdió la vida el 23 de marzo, Ascary el 25 y Marcela el 26, luego de permanecer varios días en hospitalización.
Laura Plascencia detalló que tras el siniestro, su esposo se comunicó con Samsung, pero la respuesta de la empresa comenzó a ser evasiva, pese a las atenciones que tuvieron de sus empleados.
“El único teléfono que está quemado y achicharrado, es un Samsung Galaxy S3 que llevaba una de las chicas que también falleció. El informe pericial determinó que el teléfono fue el que ocasionó la explosión y nosotros hemos insistido con la empresa y se comunicaron con nosotros”, dijo.
Al explicar lo que había pasado y el no poder asimilar que un celular les mató a sus hijos, encargados del corporativo en México pidieron a los familiares que el caso no lo hicieran público, con la promesa de que investigarían. Se reconoció que tras esto no estuvieron de acuerdo ya que desde un principio en el peritaje les hicieron saber que el teléfono había explotado.
Investigaciones previas han señalado que el modelo Galaxy S3 presentaba defectos, como sobrecalentamiento y explosiones menores, aunque hasta entonces no había provocado una tragedia de esta magnitud, poco a poco fue retirado del mercado por sus constantes fallas.
Es por eso que las familias de Elías Ascary Marún y Marcela Villarreal Segovia, exigen que Samsung asuma su responsabilidad y que responda por lo que le pasó a los estudiantes.
“No se me hace justo que la empresa responsable se lave las manos de esta manera. Entonces sí quiero hacerlo público para que se haga justicia porque nunca voy a entender ni aceptar que mi hijo haya perdido la vida de esa manera y en esas condiciones”.
Mientras las familias enfrentan un desgaste emocional que parece interminable, el caso continúa impune a casi seis años de esa explosión en la capital de Guanajuato.
“Queremos que se haga justicia. Que Samsung se haga responsable por los daños ocasionados. Por la muerte de nuestros hijos y el dolor que tenemos. Queremos que nos respondan y que se hagan responsables”, pidió Laura.
Cabe mencionar que la señora Lucía Segovia, madre de la joven Marcela Villarreal Segura, también hizo la denuncia pública para ver si Samsung se acerca o retoma el diálogo pendiente.
“No dan la cara y ya estamos cansadas y entre más pasa el tiempo menos caso nos hacen, y a ellos ya se les olvidó, ya le dieron carpetazo al asunto y lo cierto es que nosotras viviremos con esta pena el resto de nuestras vidas”, dijo Lucía.