Irapuato, Gto. La omisión de la Policía Municipal y la Guardia Nacional, así como el nulo avance en las investigaciones de la Fiscalía General del Estado quedaron en evidencia, durante una rodada encabezada por familiares y amigos para exigir justicia por el asesinato de Luis Ángel Herrera Martínez, repartidor de Uber Eats.
Una canción dedicada a Luis Ángel hicieron escuchar en la Fiscalía Regional B y la Unidad Especializada en Homicidios en la manifestación que aunque el propósito era llegar a la Presidencia Municipal, las autoridades intentaron hablar con los familiares para pedirles cancelar la movilización con el argumento de que tendrían un evento en esta zona del centro histórico.

Hace poco más de quince días el jovén universitario murió al resultar herido en una riña campal, cuando en apoyo de sus compañeros, la víctima acudió a recuperar una motocicleta robada que ubicaron en el Barrio Calzada de Guadalupe.
“Pues sí nada más exigimos justicia, ya que la hacemos sin idea libre y es lo que clamamos, justicia. No queremos con esta marcha hacer este destrozo. Es una marcha por la paz para este para pedir justicia por mi hijo”, dijo Araceli Martínez, madre de Luis Ángel.
Refirió que no se les ha hecho saber de avances en la investigación.
Indicó que al movimiento se unieron los compañeros de su hijo, joven universitario, deportista, que trabajaba para obtener un ingreso extra, pues ellos constaban sus estudios.
“Él estaba casado, aquí está su esposa, los dos estudiaban, y sin más ni más fue a apoyar a uno de sus compañeros, y pues lamentablemente él falleció”, indicó.
De acuerdo con Araceli, su hijo pudiera estar vivo, sí las autoridades municipales hubieran atendido el llamado de auxilio que les hicieron durante la riña campal, donde aquel 16 de abril Luis Ángel resultó malherido.

“Lamentablemente en esta situación pues él no tuvo oportunidad, porque tuvieron las autoridades, tuvieron llamadas de auxilio por parte de todos ellos, que fueran, que había una riña campal y no lo hicieron. Mi hijo podría estar vivo. Si las autoridades hubieran acudido al llamado que les hicieron y no lo hicieron”, apuntó.
En la movilización hubo 20 motociclistas, doce automovilistas y 50 personas que caminaron desde el parque Irekua, continuaron por el bulevar Díaz Ordaz hasta llegar a Teresa Vara y a Vasco de Quiroga. El trayecto se prolongó durante poco más de una hora.

“Luis Ángel tu nombre debió leerse, en la lista de la universidad y no en una tumba”.
“Lo mataron y nos siguen ignorando”, son algunas de las consignas de las y los manifestantes quienes pidieron apoyo a la alcaldesa, Lorena Alfaro al referir que no quieren solo condolencias.
“Yo no soy doctor”, dijo el policía cuando vio a Luis Ángel herido.
“Yo fui el que llevó a Luis Ángel herido. Cuando llegué a solicitar el apoyo a la caseta, las palabras del oficial fue: “Yo no soy doctor”, y le dije, pero me puedes ayudar a trasladarlo. Me dijo: “Cúralo tú.”, le digo es que yo tampoco soy doctor, y me respondió: “Ahí está”.
Entonces, es la respuesta que un oficial te da. Desde ahí nada más chequen la calidad de de autoridades”, narró Jorge Campos, compañero y amigo de Luis Ángel
Sostuvo que el principal propósito por el que se sumaron es exigir justicia para el jóven universitario, pues su asesino sigue libre y no saben sí ya las autoridades han girado una órden de aprehensión.
Indicó que de no detener al responsable, los ladrones van a continuar en las calles, lo que prácticamente los pone en riesgo.

“Queremos que pague lo que hizo. Aquí nosotros creemos que si que si no se hace justicia, los rateros van a seguir haciendo de las suyas. Corremos riesgo de que más vidas de más compañeros motoenvíos que trabajamos para llevar el pan a nuestras casas, de nuestras familias, pues vuelva a suceder lo mismo y pues no queremos que se repita”, indicó.
Descartó en el grupo hasta ahora un acercamiento por parte de las autoridades municipales, de quienes esperan firmeza, pues no hacen su trabajo. Esto al evidenciar corrupción al interior de la corporación, por parte del grupo de Centauros, que les llegan a pedir dinero a cambio de no enviarles a tránsitos que les quiten su motocicleta.
“Desde ahí ya están mal las autoridades porque dicen, “Ah, ustedes agarran el dinero así y pues nosotros pues queremos parte de esa tajada”, necesitan las autoridades trabajar bien para poder ofrecernos a nosotros una protección digna y no nomás a nosotros, a toda la ciudadanía, porque lamentablemente no nomás a los que andamos en motoenvío, también mucha gente sale que por su pizza, salieron a casa de su mamá y van a otro lado y les sucede lo mismo”, detalló.
La semana que murió su compañero, Jorge señala que hubo alrededor de 15 motocicletas robadas del grupo de repartidores.
Corroboró que el día de la riña campal pidieron apoyo a las autoridades varias veces y muy cerca había incluso una unidad de la Guardia Nacional, que les respondieron que no se podían mover.
“Se estuvo marcando varias veces, había a la vuelta una patrulla de Guardia Nacional que literalmente nos mandó a la fregada. Dijeron que ellos no se podían mover. Se le marcó varias veces a la 9 -11, pero pues que ellos no podían proceder, porque el tipo, el asesino, desde ese momento cuando yo llegué, sacó una pistola y fue a mí a uno de los que encañonó. Los familiares le quitaron la pistola, pero realmente no hubo acción (de las autoridades)”, agregó.