León, Gto.- Diez familias que suman 53 personas presentaron un amparo de demanda contra el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (Sapal) para tener acceso a agua potable diario.
San Juana, Yolanda y María Isabel forman parte de estas familias que en promedio tienen más de 10 años habitando en San Juan de Abajo. Inicialmente hicieron una carta petición a la paramunicipal que no quisieron ni recibirles.

Ahora decidieron presentar una demanda ante el juzgado séptimo distrito, expediente 11/66/2023, bajo la asesoría del abogado y activista Juan Pablo Delgado Miranda.
“En ningún lugar en el mundo una persona debe tener menos de 50 litros de agua potable al día, y las familias demandantes que tienen agua por pipa llega apenas a 4 litros por persona todos los días. No debe superar el 3% del ingreso, en esta demanda el promedio asciende al 12% y unas que supera”, explicó el abogado sobre la situación de las familias.

Este es un ejercicio que ya tiene antecedente de victoria, tras la demanda de amparo presentada en noviembre del año pasado en la Ampliación San Francisco, en donde una familia ganó a la paramunicipal obtener la conexión de agua.
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La diferencia con San Juan de Abajo, es que se encontraba en proceso de regularización situación que ni siquiera se ve cercana.

“Pero la legislación, el Código Territorial deja todavía en desamparo a las personas que no están en un proceso de regularización de sus viviendas, esto implica la imposibilidad real y fáctica de conectarse al servicio”, explicó el activista.
Un derecho que sale caro
En San Juan de Abajo el costo para obtener una pipa es de 400 pesos, agua que les dura a veces solo un día o una semana, mientras un ciudadano en zona urbana paga de cuota minina 127 pesos de forma mensual.
“A veces no tenemos ni la solvencia para la pipa, ni siquiera es aceptable el agua para darles a los animales. Han pasado más de 20-30 años y seguimos en las mismas”, contó una San Juana Abúndez, una de las demandantes.
Y sí, SAPAL tiene instaladas tomas de agua en la comunidad que resultan insuficientes, pues a veces solo una llave funciona.

“Yo hago cuando hay mucha gente o sirve una pura toma, son hasta tres horas. O la pipa, llenar barriles, si es que quiere el pipero porque a veces a las 12 ya no hay servicio”, señaló Yolanda Zavala, que con 2 años en la zona decidió sumarse a la demanda.
La resolución se espera esté lista en marzo del año siguiente.