Guanajuato. Las tres familias de trabajadores del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (Sapal) que fallecieron intoxicados con ácido sulfhídrico en la planta de tratamiento de aguas residuales, aún no ha recibido ni aceptado una indemnización de la paramunicipal.
Ayer, en la sesión del Consejo Directivo de Sapal, su presidente Jorge Ramírez informó a los otros integrantes que ya había iniciado el pago de las indemnizaciones.
Sin embargo, Luis Ángel Briseño Rangel, hermano de Víctor Ricardo Briseño Rangel uno de los fallecidos, dijo que tienen meses sin hablar con los abogados y miembros de Sapal. Incluso, recordó que la última audiencia del juicio civil contra la paramunicipal, el presidente del Consejo mintió en los juzgados.
El pasado 13 de noviembre, los empleados de Sapal, Omar Ignacio, Juan Antonio, Alberto de Jesús, Víctor Ricardo y José Salvador, fallecieron intoxicados con ácido sulfhídrico al interior de la planta de tratamiento.
“Estamos trabajando con otras dos familias, entonces de tres familias te puedo decir que no se ha llegado a ningún acuerdo, y de la primera audiencia que se llevó en los juzgados penales se dio una conciliación para llegar a un acuerdo.
En esa conciliación ninguna de las cinco familias, no aceptó llegar a la negociación debido a que aproximadamente 488 mil pesos, lo que ellos daban como conciliación en todos los ámbitos.
Obviamente pedían que no se siguiera por la parte civil y penal, no podíamos demandar, ni ofrecer información a los medios de comunicación. Tenemos que aceptar todo y se acabó”.
Comentó que ninguna de las familias estuvo de acuerdo y esto fue a empezando el mes de mayo, y desde esa fecha dijo, no han sostenido reuniones con abogados, directivos y miembros de Sapal.
“Es totalmente mentira de que llegamos a un acuerdo, eso es falso y estamos sugiriendo por algunas situaciones lamentables por el consejo, y es algo de la parte civil de la demanda”.
Refirió que dentro de la demanda civil se le llamó al presidente del Consejo de Sapal, Jorge Ramírez, y al director Enrique de Haro, y el primero se atrevió a mentir ante un juzgado, expuso que no conocía de los riesgos de la planta.
“Él se atrevió a decir que ni conocía la planta, y que nunca se había parado ahí. Cuando sabemos que después de que se tomó posesión de la planta el 22 de septiembre de 2020, días después hubo una conferencia de prensa y recorrido donde Enrique de Haro y Jorge Ramírez lo encabezaron y dieron a conocer la situación de la planta y cómo se la habían dejado y entregaron”, advirtió.
