Irapuato, Gto. La crisis forense se agravó en Guanajuato, luego de que hasta antes del 2020 no se consideraba la toma de muestras de ADN para la identificación de cuerpos, sostuvo la buscadora y fundadora del colectivo ‘Una luz en mi camino’, Norma Patricia Barrón Núñez.
Indicó que la Fiscalía General tiene que procurar dar seguimiento al protocolo, pues añadió que actualmente y con todo y muestras genéticas, entregan cuerpos incompletos con partes que a veces no corresponden a las personas que supuestamente identificaron.
Explicó que desde el 2017 al 2020 no hay antecedente de que se haya localizado un cuerpo de alguna persona desaparecida, cuyo caso fue denunciado y al respecto, fue el propio Carlos Zamarripa Aguirre, titular de la Fiscalía General del Estado (FGE), quien les hizo saber que los cadáveres encontrados eran depositados en una fosa común.
“Ellos no teníaN una coordinación de esos cuerpos, o sea no había ADN, apenas los empezaron hacer a partir del 2020, entonces estamos en una crisis forense de esos años, qué ha pasado con esos cuerpos que han estado en esa fosa común, si realmente pueden ser los desaparecidos o no, y sí es así que se exhuman y les puedan hacer sus cotejos de ADN con las muestras genéticas que tenemos como víctimas”, dijo.
La activista detalló que hay casos donde desaparece una persona, y a la semana o a los dos o tres días son encontrados sin vida, pero los cuerpos se entregan a los familiares, después de uno o dos años, porque ya de entrada no había muestras genéticas.
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“Ya cuando los entregan después de dos años, están en estado de descomposición, ya no se les puede dar una sepultura digna porque incluso las víctimas no los reconocen, ya únicamente se van por la prueba de ADN”, indicó.
De acuerdo con el investigador Fabrizio Lorusso habría 1 mil 700 cuerpos sin identificar, la activista no desestima que pueda aumentar el número, tomando en cuenta aquellos cadáveres que tampoco han sido reclamados por sus familiares, para esto último, Barrón Núñez, expuso que sería necesario, promover una campaña en comunidades y ciudades del estado, con el propósito de que las familias de personas desaparecidas que aún no denuncian, lo puedan hacer.
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“A efecto de que sea entregado ese cuerpo y se pueda identificar los que tenemos en el panteón forense”.
Actualmente y bajo el protocolo, la buscadora detalló que dentro de una cadena de custodia, pasan por diferentes situaciones, encuentran un cuerpo y el médico legista hace la necropsia de ley, toma muestras de ADN y después de meses se logra identificar plenamente.
“Nos ha pasado que de repente entregan cuerpos que no son de las personas, o partes que no son de ellas, sino que son de otra persona, entonces eso es lo que tenemos que empezar a trabajar que el protocolo se siga conforme a la Ley y que los cuerpos se entreguen de manera completa porque hay cuerpos que tampoco no los entregan completos, nos entregan unas partes”, destacó.
Para Norma Patricia Barrón, de crearse el Centro de Identificación Forense como se ha planteado, ayudaría y se podría subsanar y atender el problema, siempre y cuando haya peritos y especialistas que hagan un buen trabajo a partir de un hallazgo en una fosa clandestina o en otro lado, pese a estar en estado de descomposición o que no sea fácil de identificar.
“Que sí se hace un instituto sea con personal adecuado, especializado y que realmente haga un trabajo bien, porque muchas de las veces, los errores no los pagan ellos, los pagamos las víctimas debido a que nuestros seres queridos están ahí y no han sido identificados por una mala coordinación entre los especialistas y distintos peritos que pueden estar trabajando ahí”, concluyó.