Guanajuato. Durante el sexenio de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, en Guanajuato se detectaron 610 fosas clandestinas, y se exhumaron 1 mil 174 personas inhumadas. Esto representa el 92.4 por ciento y el 94.2 por ciento respectivamente, del total de los hallazgos logrados en su mayoría por los colectivos de búsqueda desde el 2009 a junio de 2024.
El hallazgo de fosas clandestinas en Guanajuato aumentó exponencialmente. El ocultamiento de los cadáveres en predios, casas, obras, pozos, caminos, cultivos, cerros, ríos, jardines y cuevas, ha quedado impune, lo que ha derivado en la creación de campos de exterminio y zonas francas para el crimen.

Lo anterior se explica por el fuerte incremento del número absoluto y de la tasa de los homicidios dolosos y los feminicidios, particularmente con uso de arma de fuego, se ha acompañado de la escalada de las desapariciones en Guanajuato. Pues estas han crecido casi siete veces de abril 2018 a junio 2024.
Así lo advierte el investigador de la Universidad Iberoamericana León (DCSH) e integrante de la Plataforma por la Paz y la Justicia en Guanajuato, Fabrizio Lorusso, quien cada año actualiza el informe sobre la situación de desapariciones, fosas clandestinas y fosas comunes en Guanajuato.
“El dato más relevante, que nos da una dimensión general del fenómeno, es que el total efectivo de cuerpos exhumados de fosas clandestinas en Guanajuato entre 2009 y 2024 es de 1 mil 245”.
De las anteriores, explicó, la Brigada Independiente encontró 216 en tres años y medio, mientras que la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas (CEBP), tiene registro de 465 cuerpos o número “mínimo de individuos”, la Fiscalía General del Estado de Guanajuato (FGE) dio parte en su página del hallazgo de 539 cuerpos, mientras que Prensa, en el periodo de 2009-2020, reportó 288.
De hecho, la FGEG mantiene una página web con un mapa de hallazgos que está incompleto. Solo muestra una selección de 44 sitios, entre los centenares registrados en el estado. Además, carece de información básica sobre el número de fosas encontradas en cada lugar o las fechas de cada hallazgo y la duración de las excavaciones.
Desapariciones. Crecimiento paralelo
A través de constantes consultas y solicitudes de información, Fabrizio Lorusso ha logrado mantener en constante actualización el fenómeno de la desaparición de personas en Guanajuato.

A la fecha del 30 de junio de 2024, había 4 mil 272 personas desaparecidas, que la FGE llama eufemísticamente “personas en proceso de localización”. Esto entre el hoy extinto Registro Nacional de Personas Extraviadas y Desaparecidas (RNPED) y la FGE, mediante solicitudes por Plataforma Nacional de Transparencia.
“Desde 2022 realizamos desde la Plataforma por la Paz y la Justicia en Guanajuato y la cuenta @DesapGto de la red X, la cual consiste en sumar el dato de FGEG, que siempre especifica en sus respuestas que se trata de registros que van del 1 de enero de 2012 a la fecha de la solicitud, y la cifra de la CNB y el RNPDNO, para agregar los casos anteriores al 2012”.
Al corte del 30 de junio de 2024, por ejemplo, FGEG tenía registradas a 4,102 personas desaparecidas y CNB tenía registradas a 170, con fecha de desaparición anterior al 2012, así que el total fue de 4 mil 272 personas.
Los municipios con más personas desaparecidas son Celaya con 505 personas, Irapuato con 472, León con 459, Villagrán con 265 y Pénjamo con 222.
La doble desaparición y ocultamiento
Para Fabrizio Lorusso, el gobierno de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo fue la administración de las fosas y el doble ocultamiento de los datos.
“El sexenio de Diego Sinhue es el sexenio de las fosas, y pasando por todas las bases. Desde el inicio, en el que negaban las fosas clandestinas, hasta que las vocerías de gobierno, Fiscalía y el Poder Ejecutivo, tuvieron que reconocerlas en el 2020”.
Explicó que ante la narrativa gubernamental de negación de la crisis forense, la autoridad tuvo que reconocer el problema, aunque no lo encaró en su totalidad.
“En este tiempo han nacido colectivos y brigadas de búsqueda, así como registros ciudadanos como el que hacemos en la Ibero para dar cuenta de este fenómeno que sigue parcialmente ocultado desde el gobierno”.
El académico reconoció que fue en la administración de Diego Sinhue en el que se reportaron más hallazgos y al mismo tiempo ‘un poco’ de reconocimiento, “aunque no ha sido suficiente desde las instituciones”.
Recordó que el sexenio se inauguró con las fosas de Villagrán y el problema se visibilizó más con las fosas de 2019 de Rincón de Tamayo en Celaya que no estaban prácticamente registradas. Le siguieron las fosas de 2020 de Moroleón y a finales de ese año ya sumaban centenares de víctimas inhumadas de forma clandestina.
“Este sexenio se ve marcado por esta modalidad terrible que es ocultada dos veces, primero por los perpetradores y luego por los gobiernos en general. Falta un registro real de las fosas”.
Finalmente, aseguró que hay un discurso ambiguo, pues no se tienen procesos de justificación para describir patrones y castigar a los perpetradores de las diferentes modalidades de ocultamiento.