Celaya, Gto. La disputa por el control del agua en la comunidad de Rincón de Tamayo ha vuelto a encenderse. El delegado Brallan Gómez Vega denunció haber sido agredido por un grupo que lo responsabiliza del desabasto, derivado de fallas en la bomba del pozo.
El grupo presuntamente agresor también se opone a que la Junta Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (JUMAPA) asuma la administración y el suministro del agua en la comunidad.

Ante la situación, el presidente municipal de Celaya, Juan Miguel Ramírez Sánchez, informó que ya se interviene para resolver el conflicto y se trabaja en la elaboración de un reglamento que defina con claridad las responsabilidades tanto del gobierno como de la ciudadanía.
“El agua es un derecho. Nosotros tenemos que ver también el cobro, pero no lo hacemos nosotros: lo cobra el comité. Sin embargo, debe hacerse un estudio socioeconómico, porque ese cobro debe ser suficiente para que la gente pueda mantener el pozo”, declaró Ramírez Sánchez.
El alcalde detalló que el conflicto se intensificó cuando un grupo pidió rendición de cuentas sobre los recursos recuperados, mientras que otro grupo cuestionó la autoridad del delegado para auditar. La confrontación derivó en agresiones físicas y demandas legales.

“El delegado solicitó seguridad y de inmediato se le envió un grupo de la Guardia Nacional. Además, decidió interponer una denuncia contra sus agresores. Como gobierno, no podemos decir quién tiene la razón, pero estamos para apoyar al delegado”, agregó.
Mientras se define una solución, la JUMAPA enviará hasta 10 pipas de agua para abastecer a la comunidad, llenando tambos, tinacos y cisternas.
El presidente municipal también reconoció que esta problemática no es exclusiva de Rincón de Tamayo. En otras comunidades se repite el escenario: los usuarios no pagan el servicio, lo que impide el mantenimiento de la infraestructura. Por ello, reiteró la necesidad urgente de un reglamento que brinde certeza y evite nuevos conflictos.