Ciudad de México, 22 de julio (SinEmbargo).– El Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que Iberdrola y otras empresas reciben respaldo del Gobierno de Estados Unidos “y en especial del Departamento de Estado porque, con todo respeto a sus sistema político, cuando hay campañas los que aportan, los que patrocinan a los candidatos, son los empresarios, las grandes empresas. Entonces los senadores, los diputados ganan, y se ponen al servicio de las empresas”.
“Y van –agregó el mandatario mexicano– al Departamento de Estado y allí hacen sus gestiones, y el Departamento de Estado interviene en los países. Acuérdense, con todo respeto, que al señor [Antony] Blinken fue el primero que protestó por los crímenes de periodistas en México. Y después vinieron los diputados de la Unión Europea”.
“Por eso yo, como a él le importa mucho la situación, como a nosotros, de los periodistas en México y de los periodistas en el mundo, ahora les estoy pidiendo que dejen en libertad a Julian Assange, y no voy a dejar de pedir la libertad para Julian Assange. Porque está injustamente detenido, no cometió ningún crimen. Lo único que hizo fue dar a conocer unas prácticas injerencistas que dañan, que violaban derechos humanos. Por eso hablé de la Estatua de la Libertad: porque cómo van a tener en la cárcel a uno de los mejores periodistas, si no es que el mejor periodista de nuestro tiempo. Y dónde queda la libertad de expresión”, agregó.
“Lo que me llama mucho la atención es que haya tanto traidor a la Patria”, dijo López Obrador, “que en vez de defender a México defienden los intereses de países y de empresas extranjeras. Se cierne todavía el espíritu de Santa Anna, de Porfirio Díaz, de Salinas de Gortari. Sobre todo, en la academia, con los seudo intelectuales, expertos internacionalistas. Cómo quisieran que nos castigaran los extranjeros, que nos fuera mal. Es increíble”.
Estados Unidos y Canadá activaron el miércoles un mecanismo de solución de controversias establecido en el tratado de libre comercio que podría derivar en la aplicación de sanciones comerciales contra México. Washington sostiene que las políticas energéticas impulsadas por la administración de López Obrador favorecen injustamente a las compañías mexicanas estatales de electricidad y petróleo frente a competidores estadounidenses y proveedores de energía limpia.
López Obrador dijo ayer que México tiene elementos para responder a los reclamos que hicieron Estados Unidos y Canadá en materia energética en el marco del tratado de libre comercio (T-MEC) y advirtió que, si se trata de una sanción política, “nos vamos a defender”. Descartó que México haya incurrido en alguna violación del tratado de libre comercio que mantiene con Estados Unidos y Canadá, el T-MEC, pero dejó claro que no está en discusión el dominio que tiene México sobre su industria petrolera.
“Podemos tener relaciones comerciales, pero nuestras políticas las definimos en México y tienen que ver con nuestra Constitución y con las leyes”, agregó. Sin ofrecer mayores detalles, López Obrador dijo que tenía indicios de que las controversias anunciadas por Estados Unidos y Canadá “tienen que ver con los intereses creados que se dedicaban a saquear a México”, frenados en 2018.
“UN ASUNTO POLÍTICO”
López Obrador recordó que durante la visita que realizó la semana pasada a Washington para reunirse con el Presidente Joe Biden no se abordaron las diferencias en materia energética de las empresas estadounidenses, e insistió en que los reclamos que se dieron a conocer la víspera responden según él a un “asunto político”.
Entre los temas específicos en disputa está una reforma del año pasado a la ley mexicana sobre el sector eléctrico que, según Estados Unidos, privilegia injustamente la producción de electricidad de la compañía estatal, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), sobre la generada por empresas privadas y sobre fuentes más limpias como la eólica y la solar. López Obrador defendió el jueves nuevamente sus políticas energéticas y dijo que si no hubiese actuado en esa materia se habrían dado aumentos en los precios de la luz y los combustibles y se habría avanzado en la desaparición de la CFE.
Estados Unidos también se quejó de una regulación de 2019 que otorga sólo a Petróleos Mexicanos (Pemex) tiempo adicional para cumplir con los estándares ambientales más estrictos que limitan el azufre permitido en el combustible diésel para automóviles.
Washington acusa a México de retrasar, rechazar o no actuar sobre las solicitudes de permisos de empresas privadas para operar en el sector energético mexicano y de revocar o suspender los permisos existentes.
La Ministra de Comercio Internacional de Canadá, Mary Ng, reconoció el jueves que las autoridades canadienses han planteado preocupaciones respecto al cambio en la política energética de México, y dijo en un comunicado que estaban de acuerdo con Washington en que las políticas mexicanas son “incompatibles” con las obligaciones del tratado y es por ello que decidieron iniciar las consultas para abordar las preocupaciones.
OTRA QUEJA CONTRA MÉXICO
Ayer, Estados Unidos presentó su quinta queja laboral por supuestas violaciones a los derechos para sindicalizarse en México. La queja fue interpuesta dentro del acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, T-MEC, que obliga a México a hacer cumplir una ley que dice que los empleados tienen permitido elegir libremente al sindicato que los represente.
Durante décadas, sindicatos no democráticos y proempresariales mantuvieron bajos los salarios en México al llegar a acuerdos tras bambalinas con los empleadores. La Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos dijo que la queja más reciente involucra una disputa sindical en una fábrica de autopartes en el norte de México. La planta, conocida como Manufacturas VU, se ubica en la ciudad de Piedras Negras, al otro lado de la frontera con Eagle Pass, Texas.
Comunicado | La Secretaría de Economía recibe solicitud de revisión de Estados Unidos al amparo del T-MEC. pic.twitter.com/HR7CFKyV4S
— Economía México (@SE_mx) July 21, 2022
En la queja se afirma que Estados Unidos encontró “evidencia creíble” de que a dos sindicatos independientes se les negó el derecho de representar libremente a los trabajadores. Manufacturas VU, que fabrica componentes para interiores de autos, no respondió a una solicitud de comentarios. Las cuatro quejas laborales previas que ha presentado Estados Unidos en contra de México dentro del acuerdo de libre comercio también involucraron intentos por reemplazar a sindicatos de la vieja guardia.
Las leyes que implementó México en apego al T-MEC les permiten a los empleados elegir al sindicato que los represente mediante una votación secreta e imparcial, y también someter sus contratos a votación.