León, Gto. A un año del multihomicidio de más de 27 personas en el interior de un centro de rehabilitación en la comunidad de Arandas, en el municipio de Irapuato, los encargados, servidores e internos de los centros de rehabilitación del estado de Guanajuato viven atemorizados por la violencia.
Las adicciones, de acuerdo con Samuel Gónzalez Aldana, son el principal problema de raíz que no ha sido atendido en la juventud ya que no pueden reintegrarse a la sociedad y caen en el círculo de la delincuencia.

El líder de la asociación civil ‘Guanajuato Unido para la Prevención de las Adicciones’, que representa más de 25 grupos de rehabilitación, durante entrevista con Zona Franca, comentó que a un año del aniversario luctuoso de la matanza en Irapuato, el temor continua ya que los ataques dirigidos a estos lugares, sus internos o colaboradores estuvieron de por medio.
Samuel González Aldana, considera que los hechos violentos en Irapuato, también han cobrado vidas y algunas desapariciones de líderes de grupos de rehabilitación de los que ahora nada se sabe, ya sea por temor o porque fueron víctimas del crimen organizado.
“A un padrino lo mataron en pleno Centro de Irapuato, le decían ‘El Biri’ y tenía su centro de rehabilitación, son situaciones que se pone uno a analizar, él era muy entregado al centro y de repente pues empezaron a aparecer cosas que no iban de acuerdo y todo eso es lamentable y a nosotros nos dejó mucha enseñanza, a no andar jugando con tonterías sino a dedicarse única y exclusivamente al servicio que prestamos, es decir, tratar de sacar adelante a los muchachos para que tengan una vida diferente a la que llevaban”, comentó.

El padrino, como también se le conoce a Samuel y a los encargados de los centros de rehabilitación, dijo que la adicción con la que llegan los internos, es la principal lucha para que puedan ser reintegrados con sus familias y la sociedad como unas personas de calidad humana.
“Esa es la idea y no enriquecerse con base a mentiras con los chavos que salgan a hacer cosas que no deben hacer ya porque ahorita hasta todos si roban son castigados por las autoridades y por nosotros, pero ese problema se debe erradicar”, dijo Samuel.
Casos en León
Aquí en la ciudad de León, los asesinatos dolosos en los centros de rehabilitación no son la excepción, ya que hay registros de casos donde tanto trabajadores u otros internos enfrentan procesos penales.

El pasado viernes 11 de junio, la Secretaría de Seguridad Pública de León, anunció la captura de dos sujetos, de los cuales solamente vincularon a uno de ellos por el homicidio de Byron, un irapuatense de 26 años que buscaba superar sus problemas de alcoholismo pero fue asesinado a golpes con un tubo por uno de los trabajadores del centro de rehabilitación de la colonia Héroes de León
Ese mismo día, la Fiscalía General del Estado, informó que siete trabajadores de un anexo, habían sido sentenciados a 12 años de cárcel por el asesinato de uno de los internos de nombre Jorge Iván, a quien inmovilizaron y golpearon.
Tan solo en este último año las noticias en torno a los centros de rehabilitación se han mantenido y uno de los casos más recientes ocurrió el pasado 11 de abril, en un centro de rehabilitación de la colonia Brisas del Pedregal, donde uno de los internos, fue asesinado a balazos en el momento en el que familiares van a visitarlos.
De igual manera, otra muerte violenta que sufrió uno de los encargados de un centro de rehabilitación fue Marcelo Padilla, asesinado el pasado 19 de enero, cuando fue atacado afuera de su clínica habilitada en un domicilio ubicado entre las calles Badajoz y Pamplona, en la colonia España.
Los casos anteriores aún permanecen impunes y es solo una muestra de la violencia que se concentra en estos lugares donde se busca salvar vidas.
Hay mucho temor en los anexos
Trabajadores, encargados e internos de centros de rehabilitación del estado de Guanajuato, viven con mucho temor tras el asesinato de más de 27 hombres en el anexo ‘Recuperando mi Vida’, en Irapuato, la tarde del 1 de julio.

“Hay mucho temor en los centros de rehabilitación de Irapuato, y de sus alrededores porque tienen que actuar de buena manera, ya no es lo mismo se pone uno a pensar qué fue lo que pasó, por qué razón los otros grupos fueron atacados y se aprendió y ahorita ya todo es bien regulado por las autoridades sanitarias que realmente están encima de los grupos tratando de regularizar a todos y que estén bien”, comentó Samuel.
Las revisiones implementadas han hecho que ya se estabilice la población adicta, pues al llevar un control y orden de los internos son parte de los requisitos de la norma 028 que se deben llevar a cabo para su regulación.
No hay cuidados ni capacitación
Bajo esas situaciones donde la violencia se sale de control por parte del personal, se debe a la falta de capacitación y al abandono por parte de algunos encargados que no saben la situación al momento de desintoxicar a un adicto a las drogas y al alcohol.
“No se percatan los líderes lo que está pasando, los abandonan a su suerte, si se paran es hasta en la noche y los centros de rehabilitación se tiene que estar al cuidado de que no haya violencia, agresiones en contra de cualquier persona, es decir, se tiene que integrar un buen grupo en el sentido que se respeten”, comentó.
Dijo que en ocasiones, en las juntas el sentimiento y algunas ofensas pueden salir a flote, por lo que no deben ser motivos de agresiones ya que solo son palabras, por lo que enfocan ese momento en no permitir que el ego haga golpear a quien nos ofendió.
“Tenemos que saber controlar el ego, la soberbia, la envidia, el deseo de venganza, el resentimiento y todo eso se trabaja, ya los hechos de violencia entre servidores del anexo, es porque no estaban bien educados porque fueron servidores, gente que se encargaba de ellos adentro, pero los líderes del grupo no estaban y ahí sucede esa situación, no están capacitados los servidores y agreden a la población”, agregó.