Irapuato, Gto. El sacerdote, Luis Esteban Zavala Rodríguez fue sentenciado a 65 años y tres meses de prisión, tras haber sido hallado culpable del delito de violación Espitia calificada y corrupción de menores en agravio a una niña, que era acólito y asistía al catecismo en el Templo de la Soledad.
“Es la sumatoria de un concurso real y homogéneo de dos eventos de violación espuria calificada y la relación a la corrupción de menores en la modalidad del enviar fotografías de sus partes pudendas a la menor, y someterla con actos de corrupción”, confirmó la abogada de la familia de la menor, y activista, Dalia Ramírez.
El sentenciado además tendrá que pagar una multa 71 mil pesos equivalente a 850 días por los dos delitos.
A esto se suma el pago por daño moral en favor de la mamá y la menor, lo que marcó precedente, pues aunque son cantidades mínimas, los jueces generalmente no se pronuncian en el daño moral, lo que acreditó la Fiscalía y se condena con independencia del pago de la reparación del daño.
“Marcó precedentes porque se condenó no nada más a la reparación del daño de la menor y su mamá, sino también al lago del daño moral, que es mínimo, pero que al menos se está actualizando cuando en otros casos no se condena a este tipo de pago. En relación al pago de daño moral en favor de la víctima directa fueron de 15 mil pesos y en favor de la víctima directa sería de 30 mil pesos”.
Dalia Ramírez aclaró que aunque la sentencia fue de 65 años y tres meses de prisión, solamente va a compurgar 60 años, por el tope que hay en el Código Penal del Estado de Guanajuato.
Cabe destacar que el clérigo tiene cerca de dos años en prisión al ser vinculado a proceso, tiempo que le cuenta dentro de la sentencia.
Recibieron amenazas de muerte todavía está semana
La abogada narró que el proceso ha sido complicado, pues todavía está semana, la mamá, la menor y ella como asesora jurídica de la familia, fueron víctimas de amenazas, por lo que este jueves presentaron dos querellas ante el Ministerio Público.
“Las víctimas han sido hostigadas, perseguidas. A inicios de este año, les mandaron mensajes de texto que las iban a matar si continuaban con el juicio. El día de antier volvieron a recibir estas amenazas y ya fuimos y denunciamos, pero de este mismo número de donde han recibido estas amenazas también se han hecho extensivas a mi persona”.
Atribuyó estas amenazas a la iglesia y el padre Esteban, pues así lo menciona el mensaje que han recibido.
“Dicen que por habernos metido con el padre Esteban, la iglesia. En mi caso me dicen que me van a desintegrar, que me van a echar hasta en ácido”.
Y es que, declaró en Guanajuato predomina la religión católica, lo que deriva en fanatismo, y se alimenta con diálogos de odio con los mensajes que dan en misa.
“En el sentido de que se están haciendo actos de injusticia en contra de este sacerdote, cuando ha sido acreditado hasta con pruebas científicas su responsabilidad, tan es así que hoy tenemos esta sentencia en favor de la menor”.
Exige a la Diócesis de Irapuato no difundir mensajes de odio
La activista y defensora de Derechos Humanos expuso que no se trata de estar en contra de la iglesia, pero sí, de la pederastia clerical.
“Así haya sido un agresor de otro tipo de religión, actuaríamos de la misma manera; aquí lo sorprendente es que se siguen repitiendo estos actos en una misma religión”.
Exigió a la Arquidiócesis de Irapuato no difundir mensajes de odio, sino más bien, promover la cultura de la denuncia y hacer valer la valentía y coraje, en este caso de la mamá de la menor, quien le creyó a su hija que habló y dio a conocer las agresiones de las que fue víctima, cuando tenía 12 años de edad
“Nadie debemos dejar de pasar situaciones, que por el simple hecho de acercar a nuestros hijos como es la fe y que estos agresores sexuales porque eso son depredadores sexuales con sotana, dejen de, siquiera en Irapuato y en el Estado de Guanajuato, de agredir a nuestros niños, no queremos ni uno más”.
La abogada dijo que el sacerdote no tiene los medios económicos para justificar la defensa profesional que tiene, por lo que cuestionó, quién pagó a los abogados.
A esto agregó que quienes fueron los testigos del caso por parte de la defensa, son seminaristas que ayudaron al sacerdote.
“Esas circunstancias nos hace ver, científicas, que venían inducidos a beneficiar, ocultar”.
Explicó que la defensa del clérigo puede apelar la sentencia que se dictó.
Dalia Ramírez expuso que pedían la sentencia máxima de 74 años, pues el sacerdote es primodelincuente y su sanción no fue ni máxima ni mínima y por ello la reducción de más de diez años.
Añadió que hay más víctimas de Zavala Rodríguez, lo que también deberá presentar ante el Ministerio Público. Se trata de una menor que fue víctima cuando tenía apenas ocho años y era acólita, que de hecho ya no se encuentra en la ciudad.
Contexto
Luis Esteban fue arrestado el 5 de agosto del 2019, luego de que la mamá de la adolescente, que en ese momento contaba con solo 12 años, interpuso una denuncia.
Y es que habría encontrado los mensajes de índole sexual que el ex párroco enviaba a su hija, quien asistía al catecismo y era acólita del Templo de la Soledad.
Los abusos se habrían cometido en abril del 2019.
