León, Gto. A lo largo del bulevar Hermenegildo Bustos el confinamiento y el cierre de negocios no esenciales, es una realidad contraria a la que viven comerciantes y habitantes del primer cuadro de la ciudad, que tuvieron que delimitar sus calles y cerrar sus puertas por las medidas sanitarias contra el coronavirus.
En el marco de la fase 3 del coronavirus, la zona ubicada desde el cruce de la calle Tabachín del Valle, en los límites de las colonias Valle de León, a lo largo de todo el bulevar Hermenegildo Bustos y el cruce de la calle Reboceros en Hacienda Echeveste, preocupa más no tener un sustento en el hogar que el coronavirus.
“Yo no le tengo miedo al coronavirus, a mi familia la mandé a la casa a cuarentena yo me quedé al frente del negocio de ropa con mi hermano porque somos los más jóvenes que tenemos que ver por el sustento, luego no hay de comer y es preferible tomar medidas preventivas para los clientes, que el cerrar las puertas y conformarse pero no, todo está en la mente y si todos somos responsables y cuidados más pronto saldremos de esta crisis”, contó Fatima, empleada de un local de venta de ropa.
A lo largo de este bulevar abundan negocios de venta de comida y antojitos mexicanos. Los locales de ropa de temporada, calzado, barberías y hasta estudios de tatuajes lucen con sus puertas abiertas.
Mientras que en el primer cuadro de la zona Centro de la ciudad, desde hace un par de semanas las autoridades delimitaron el paso y ordenaron el cierre de negocios no esenciales como parte de las estrategias sanitarias para reducir los contagios.
En la ciudad prácticamente no se puede ingresar a un establecimiento si no se cuenta con un cubrebocas, medida que ha sido adoptada en algunos de los negocios no esenciales que se observaron durante el recorrido que este medio realizó.
“Aquí vendo materias primas y dulces, es mi única fuente de trabajo, si me quedo sin abrir las puertas no junto para la renta y mucho menos para llevarles algo de comer a mis hijas, nosotros no salimos sin cubrebocas a la calle pero tampoco dejamos que ingresen si no lo llevan puesto”, contó Juan Carlos, encargado de un local de la zona de Ciudad Aurora.
En la calle no todos portan el cubrebocas, mucho menos respetan la sana distancia para evitar los contagios, pues ciudadanos encuentran en este tramo comercial en el que la vida no se ha paralizado para olvidarse del confinamiento de la cuarentena, aunque sea por unos momentos.
“Yo salí a la tienda, está a dos cuadras de mi casa. Sí se me ha olvidado el cubrebocas cuando salgo en otras ocasiones pero desde que es obligatorio ya lo cargo para todos lados. Vengo yo sola a la calle y siento que me distraigo de estar todo el día bajo encierro, los niños están más insoportables que nunca, tenemos mucha suerte de que sigan abiertos los comercios porque en el Centro ya no hay nada”, opinó una mujer que pidió no identificarse.
Mientras que en otros establecimientos la Secretaría de Seguridad Pública realiza perifoneo exhortando a la población a no salir de su casa, en esta zona, a decir de vecinos consultados y durante el tiempo que este medio permaneció en los alrededores, no se detectó la actividad policíaca.
