León, Gto. Durante la temporada de lluvias los vecinos y comerciantes de la colonia Santo Domingo, ya no saben qué más hacer para sobrellevar las inundaciones que año tras año les causan severas afectaciones.

Entre los afectados se encuentran los habitantes de las calles De Los Carteros y Vertiente del Río, relataron que cuando llueve el agua llega a estancarse al interior de casas y viviendas hasta por más de un metro de altura.
“Por la parte trasera del panteón hay una descarga de aguas negras que no sabemos de dónde venga, pero gracias a esa agua se nos mete todo porque sale por las alcantarillas de la parte de atrás de la casa, si nos fue muy mal este año y el Gobierno como si nada, todavía huele muy asqueroso toda la colonia y no han hecho nada”, opinó María Dolores, vecina de Santo Domingo.
Por ello algunos vecinos decidieron no barrer el frente de sus casas para que tanto ciudadanos como autoridades conozcan que se encuentran perjudicados por las lluvias.

En un recorrido que realizó Zona Franca se pudo observar la constante queja de los vecinos respecto al baldío que delimita el panteón San Sebastián y el Arroyo de las Liebres, ahí: la basura, el escombro acumulado y hasta los restos de televisores y muebles se reúnen con el agua negra y pestilente que corre y sale del arroyo cuando se desborda.
A lo que también se le debe sumar el desperdicio que sale por las coladeras en las esquinas de las calles y de los patios de las casas.
El señor Gonzalo Domínguez Hinojosa, encargado de una ferretería de la colonia Santo Domingo, platicó que ‘cuando entregaron el fraccionamiento mediante a un soborno dejaron muchos vicios ocultos y cada año es inundación año tras año’.
“La basura la arrastra todas las corrientes y aquí como convergen todas las corrientes de la colonia y no tenemos coladeras que tengan captación pluvial, esas coladeras son de juguete y esa es la razón por la que nos inundamos”, contó el vecino establecido desde hace 15 años en la colonia.
“Cuando sube el nivel de agua pasa el transporte pesado y el agua no la avientan en ola y se mete a los cuartos de las casas, se han doblado varios portones, vehículos echados a perder y pérdidas en nuestros negocios”, contó Gonzalo, quien dijo que su hijo llevaba viviendo más de 30 años sobre la calle Carteros y que desde entonces es cuento de nunca acabar durante la temporada de lluvias.

Otro de los entrevistados por Zona Franca dijo que a pesar de las reparaciones de Sapal, a las que calificó como arreglitos y cuitas que realizó en bulevares como el bulevar Francisco Villa para evitar inundaciones, eran soluciones que creaban un problema en otro.