León, Gto. Las primeras gotas de lluvia, de manera constante y perseverante cayeron por la madrugada del jueves 20 de junio a la ciudad de León; y en la presa El Palote, parecieron gotas de vida a una tierra fértil que llevaba meses árida.
El fenómeno natural denominado “Alberto” se formó en el océano Atlántico y afectó a buena parte del país, en algunas entidades fue un impacto positivo, como en Guanajuato.

Ayer dio inicio a la temporada de lluvias (la cual llegó tarde), y aun así, la presa El Palote luce seca, sin charcos evidentes pero al menos mojó la tierra de este gran almacén que abastece agua a más de 40 colonias de la zona norte de León.
De acuerdo con el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (Sapal) hasta las 20:00 horas de ayer jueves 20 de junio, la presa solo acumula 22 milímetros de agua, con ello no se alcanza a ver ni siquiera un espejo de agua, solo a una vegetación y un suelo húmedo.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) hasta el 19 de junio, reportó que en la entidad hay al menos tres presas secas que son: El Palote, Peñuelitas y la laguna de Yuriria.
Algunas otras están a punto de secarse como: La Soledad (7.54%); La Golondrina (11.52%); La Begoña (17.66%). Otras de las presas que se encuentran en Guanajuato tienen mayor porcentaje de agua son: La Purísima (29.48%); Solís (39.21%), ésta última por primera vez en el año bajó al 40 por ciento de su capacidad.
A la entrada del Parque Metropolitano se percibían unos charcos, que dejó parte de la lluvia que se presentó desde la madrugada y prácticamente la tarde de ayer jueves. En la zona exterior lo que son los alrededores del Parque y de la presa, los arroyos ya llevan agua, mientas la corriente se llevó a su paso algunas llantas y basura que desecha la gente.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) para este viernes pronostica que derivado de la primera tormenta tropical Alberto, se mantendrán las lluvias en Guanajuato, las cuales serán intensas, porque se espera una precipitación entre los 75 a 150 milímetros, lo que le dará vida a la presa, pero quizás no la suficiente para que comience a verse formar ese gran charco.