Celaya, Gto.- No se puede negar que existe la violencia contra la mujer, pero esta se genera desde la familia y también ahí comienza la marginación.
Opinión de Benjamín Castillo Plascencia, obispo de la Diócesis de Celaya, al pedir la participación de todos para que a abe la violencia contra la mujer.
“Los problemas comienzan con la competencia (hombre-mujer), no se debe de ir en contra o favor, se debe buscar el bien para la mujer, respetarlas y amarlas, pero tampoco se debe dividir”.
Por ello, el Obispo de la Diócesis en Celaya consideró que las marchas de las mujeres sean en paz y que no se vean ensuciadas por malas acciones, como el peligro de fomentar ideologías como aborto.
Benjamín Castillo Plascencia expuso que se debe romper con el machismo, como también el hecho que desgraciadamente la mujer se presta para ser un objeto sexual y así esta en la propaganda publicitaria.
