Ciudad de México, (SinEmbargo). Alex Wilner, profesor asociado y director del programa de Protección de Infraestructura en la Universidad de Carleton y miembro senior del Instituto Macdonald Laurier, narró hoy en The Globe and Mail: “Los canadienses están súper motivados. La participación en las elecciones federales fue la más alta en 30 años. El movimiento ‘Compra Canadá’ está cobrando impulso, y las grandes vacaciones de verano de 2025 ya están en marcha. Hoy, las encuestas muestran que el 90 por ciento de los canadienses coincide en que nuestro país tiene una identidad cultural que vale la pena defender”.
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Con el patriotismo canadiense tan vigente, agrega, “es el momento ideal para que el nuevo Gobierno de Canadá redefina el significado del servicio nacional. Por eso, Ottawa debería convertir nuestra renovada energía patriótica en un movimiento nacional de defensa civil, capaz, organizado y capacitado para responder ante emergencias. La defensa civil es una labor de toda la sociedad. Implica que las personas aporten a sus comunidades la energía y la experiencia necesarias para resistir diversas crisis, con el apoyo del Gobierno, e incluso en ausencia de éste”.

Los canadienses, a diferencia de los mexicanos, han acompañado en muchas guerras a Estados Unidos, de las guerras mundiales hasta las de Afganistán, Irak, Vietnam, etcétera. Su programa de defensa civil nació con la Guerra Fría y sus voluntarios coordinaron refugios antinucleares, logística, protección de la infraestructura, reservas nacionales y respuesta a emergencias.
Pero ahora, los canadienses están en otra guerra. Y no es acompañando a Estados Unidos: es contra Estados Unidos. En en muchos planos, la están ganando.
Sophia Harris, periodista que cubre temas de consumo y negocios para CBC News web, radio y televisión, contó hoy que después que el Presidente Donald Trump asumiera el cargo, un sociólogo identificado como Travers, canceló sus planes de asistir a la conferencia de la Sociedad Norteamericana de Sociología del Deporte (NASSS) en Seattle este noviembre.
Travers es profesor asociado de la Universidad Simon Fraser en Burnaby, Columbia Británica, y es el presidente electo de NASSS. Pero, como persona trans, no quiere poner un pie en un país que ahora acosa a las personas transgénero.
“No viajaré a Estados Unidos en este momento porque siento que es muy peligroso hacerlo”, le dijo Travers a la periodista.
“El sociólogo se dio cuenta de que el problema era generalizado: alrededor del 40 por ciento de los 600 miembros de NASSS viven en Canadá, y muchos de ellos informaron que tampoco querían ir a Seattle debido a los informes de un mayor escrutinio en la frontera de Estados Unidos, la guerra comercial de Trump y sus amenazas de anexar Canadá. Dado que romper el contrato de sede resultaría prohibitivo, los organizadores idearon una solución: una conferencia reducida en Seattle con una conferencia paralela adicional en Vancouver”, detalla Sophia Harris.
Pero lo sucedido con esta conferencia de la Sociedad Norteamericana de Sociología no es lo único. Otras organizaciones han cambiado sus planes de conferencias desde que Trump asumió el cargo.
“CBC News ha identificado tres organizaciones con sede en Estados Unidos que recientemente trasladaron sus próximas conferencias, ya sea parcial o totalmente, hacia Canadá. En un cuarto caso, los organizadores eligieron Canadá, a sabiendas de que muchos de sus participantes canadienses no irían a Estados Unidos”.
La Red de Investigadores sobre Trabajo y Familia (WFRN), asociación de investigadores en trabajo y familia, anunció en abril el traslado de su conferencia bienal de 2026 de Boston a Montreal. La conferencia suele atraer entre 400 y 500 participantes de todo el mundo. La Fundación Internacional de Planes de Beneficios para Empleados trasladará su Conferencia Canadiense de Beneficios para Empleados de 2025 de San Diego a Canadá. Las fechas y el lugar exactos aún no se han anunciado.
Los viajes a Estados Unidos desde varios países han disminuido recientemente, con Canadá a la cabeza: en abril, el número de viajes de regreso de canadienses a Estados Unidos se desplomó 19.9 por ciento en vuelos y un alarmante 35.2 por ciento en viajes por tierra. Esta es la mayor caída desde la reelección de Trump.
Abusos en la frontera
Sophia Harris, de CBC News, dice si bien el precio del dólar canadiense ha disuadido a algunos viajeros, el clima político en Estados Unidos y la dura ofensiva de Trump contra la migración han impulsado gran parte de la caída.
“Tras la elección de Trump como Presidente, sé que mis miembros tienen muy poco interés en asistir a una conferencia en Estados Unidos”, confirmó Jason Karamchandani, presidente de la Asociación Canadiense de Patólogos (CAP). Los organizadores de una conferencia conjunta en 2026 eligieron Montreal como sede, a pesar de que el grupo americano tiene seis veces más miembros.
“Se han escuchado historias de personas que han enfrentado dificultades para ingresar a Estados Unidos”, le dijo Karamchandani a la periodista. Entre estas historias se incluye la detención de 11 días de la canadiense Jasmine Mooney en marzo. Y a un científico francés se le negó la entrada ese mismo mes porque agentes de aduanas estadounidenses encontraron mensajes anti-Trump en su teléfono, según el Gobierno francés.
Nathan Kalman-Lamb, sociólogo y miembro de NASSS, también tuvo un incidente en la aduana estadounidense en marzo, en el Aeropuerto Internacional Trudeau de Montreal, cuando se dirigía a una conferencia en la Universidad de Carolina del Sur. Kalman-Lamb, ciudadano canadiense, afirma que, a pesar de tener toda la documentación en regla, incluida una invitación de la universidad, un agente de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) lo interrogó y registró sus pertenencias, incluyendo su teléfono y su billetera.